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Dicen que siempre hay que estar preparado para lo inesperado. Supongamos por sólo un instante que su familia le perdiera mañana. En ese caso tener un seguro para gastos funerarios ayudaría a que su familia lidie con el dolor y el duelo; en vez de angustiarse por los gastos de entierro.
En cierto modo, parte de la vida en Estados Unidos implica también tener una póliza de seguro adecuada en caso de fallecimiento. En inglés se les conoce como “Funeral Pre-Planning for Final Expenses”. “Podría significar todo para su familia, financieramente hablando”, dice Brenda Washington, agente administrador.
“Porque al igual que para poder vivir de la forma que se ha planificado, hay que tomar garantías que los gastos funerarios no signifiquen un desastre familiar”, señala.
Brenda, trabaja en Lincoln Heritage Funeral Advantage y Golden Memorial. Una agencia con presencia nacional con casa matriz en Phoenix, Arizona, “con más de 53 años ayudando a la comunidad en el área de gastos finales y funerarios”, dice Brenda.
Como agente en Madison su trabajo consiste “en que convenido un plan, la persona tenga la tranquilidad que otorga el tener asegurado la cobertura de cualquier gasto relacionado con la pérdida de un ser querido, incluyendo los gastos funerarios, los gastos médicos pendientes o de otro tipo”, dice.
Preparar la muerte asegura la vida
de los seres queridos
El costo de la vida es alto, más en Wisconsin, por eso contratar y programar un seguro funerario es un aspecto usual de la vida en Estados Unidos. Un inmigrante debe saber esto, y si puede contratar también este aspecto de la vida.
Brenda Washington por intermedio de su compañía ofrece un plan económico, uno que se ajusta al presupuesto de cada persona.
Ella indica: “Muy importante es que no se exigen ni se solicitan exámenes médicos.
La cobertura es inmediata, o sea desde el día que la persona se inscribe en el plan ya está asegurada. Más aún, no importa si tiene enfermedades pre- existentes como cáncer, diabetes, presión alta, diálisis renal, o problemas del corazón, por mencionar algunas enfermedades usuales.
El plan le cubre si muere por causas naturales como enfermedad o vejez y también le puede cubrir hasta 100 mil dólares en caso de que falleciera accidentalmente.
Nuestro plan es aceptado por cualquier funeraria en Estados Unidos
Lo más importante es que la mayoría de las personas califican; es decir, no importa su estatus legal en este país”.
¿Eso quiere decir que un indocumentado con alguna enfermedad crónica puede contratarlo también?
Exactamente. El estatus legal de una persona o beneficiario no es relevante para nuestra compañía.
¿Y cómo funciona, en lo práctico el ‘Funeral Pre-Planning for Final Expenses’?
El dinero es entregado al beneficiario designado en 24 horas de habernos notificado de la muerte de la persona. Una vez inscrito, queda protegido de por vida. Nosotros asistimos en la coordinación de los arreglos funerarios con la funeraria que hayan escogido, ya sea local o en otro estado.
Este plan resuelve estos problemas porque el dinero esta inmediatamente disponible pues no importa si murió al siguiente día de estar inscrito en el plan. Los arreglos se hacen de acuerdo a las instrucciones que dejo escritas en su plan funeral cuando lo llenamos.
Los planes son personalizados, hay planes individuales, para parejas o familiares.
¿Aquí en Madison cuentan con conexión en español con alguna compañía?
Claro que sí, aquí en la capital trabajamos con varias funerarias, incluyendo aquellas que tienen agentes que hablan español.
De nuestra parte, lo más importante es que siempre seguimos, al pie de la letra, las instrucciones del plan funerario que se firmó. Realmente pre-planear es la manera más eficaz, económica y segura de tener arreglado sus últimos deseos y al mismo tiempo, tener el dinero disponible para cuando se necesite.
Seguros es un asunto de confianza
El mercado de las pólizas, seguros siempre implican confianza. Pero es difícil confiar en quien no conoces ¿Puedes contarnos un poco sobre ti, más allá de lo comercial?
Claro que sí. Me crie en México, en Tijuana, Baja California y vengo de una familia muy sencilla. Eso sí, una familia trabajadora y también emprendedora.
¿Cómo defines emprendedora?
Personas con iniciativa, por ejemplo mis padres Vinicio y Raquel siempre tuvieron y han tenido sus propios negocios, por eso desde muy pequeña aprendí de ellos a ser una persona trabajadora, responsable y también la importancia de ayudar al prójimo.
En ese sentido ¿Qué has recogido de tu herencia familiar y puesto en tu mundo profesional?
Bueno, que siempre hay que tener ética profesional, al final lo más valioso es ser sincera y honesta. No sólo eso, también hay que tener disciplina, y en la conducción de una actividad uno no debe esperar recibir, sino que concentrarse en dar… y que cuando se puede, ¡hay que ayudar a las personas!
Tener un emprendimiento significa seguir las reglas de la economía ¿Cómo enfrentas los altibajos?
Preparándose y planificando, es decir evitando improvisaciones y con conocimiento técnico. En mi caso estudié contabilidad en la Universidad de Phoenix. En realidad yo ejercí muchos años en el rubro haciendo “taxes” y contabilidad general. En eso conocí a Ron Washington nos enamoramos y nos casamos.
¿Una linda historia, pero que tiene que ver con los altibajos de la economía?
Mi esposo estaba en el negocio de bienes y raíces, y decidimos unir esfuerzos. Operabamos nuestro negocio en San Diego, California. Nos iba bastante bien. Fue en eso que estalló la “crisis subprime” del año 2009. Las ventas se paralizaron, la economía se vino abajo y la industria de los bienes raíces entró en una larga crisis.
Pero en momentos de crisis hay que tener confianza en que las fortalezas personales ayudan a salir adelante. En efecto, en el momento más duro, apareció una compañía nacional que nos permitió unirnos a su equipo de agentes “Lincoln Heritage y Golden Memorial” en el área de San Diego y Riverside y ahora estamos en Wisconsin. La vida nos dio un giro para bien porque es una actividad que nos sorprendió.
¿Cuál fue la sorpresa?
La posibilidad de combinar una actividad profesional y ayudar directamente a la gente, cuando más lo necesita. En realidad ¡mi trabajo me apasiona!
¿Vamos… en realidad te apasiona? Es poco usual pensar en que ofrecer seguros sea apasionante.
Es que se trata de personas, de la vida de las personas… nadie puede ser indiferente a eso. Por supuesto que no siempre fue así. Al principio nos pareció una alternativa de negocio nada más. Pero pronto me di cuenta que se trataba de resolver preocupaciones a personas como uno, personas trabajadoras que pasan por un momento difícil y se encuentran vulnerables. Y todo se hizo más intenso, más personal, cuando descubrí el mercado hispano.
¿Cómo fue eso?
En un principio mis clientes eran personas no hispanas y no era necesario hablar español. Pero un día un encargado de la compañía al enterarse que soy bilingüe me dijo ‘Necesitamos personas como tú, que pueden conectarse muy bien con la gente. Deberías ayudarnos a platicar y difundir, educar a la comunidad hispana de los beneficios de planificar’. Y pues lo pensé, y decidí probar suerte.
¿Había alguna duda que podía salir mal?
Mi única aprensión es que yo llevaba mucho tiempo sin hablar español. Debo reconocer, que al principio, incluso me tocó batallar conmigo misma, pues llevaba muchos años sin hablar de forma técnica o en tener conversaciones largas con ideas complejas.
¿Y cuál fue el resultado?
¡Extraordinario! Primero, pude recuperar mi lengua familiar; es muy lindo expresar todo tipo de ideas en español. Segundo, nació esta pasión de la que te hablaba. Porque ahora he podido ayudar de verdad a muchísimas personas. No es fácil abrirse y hablar sobre el tema de la muerte y su preparación.
Por lo general muchos de ellos en principio no querían saber nada al respecto ¡por muchas razones!, unos por miedo, otros por ignorancia de las consecuencias, otros por simple superstición. Pero cuando al hablar en la lengua del cliente he podido tener éxito en establecer un vínculo de confianza y sinceridad entre mis clientes.
¿De ahí la importancia de la confianza?
Exactamente, este negocio se trata de personas y de generar confianza. Para mi es satisfactorio ayudar a las personas guiándolas en que trámites hacer y cómo hacerlo sobre todo en ese momento tan difícil cómo es cuando un ser querido fallece. Incluso, con el tiempo, con la mayoría de ellos han pasado a ser también amistades.
¿Por qué crees que pasa ese proceso?
Mmm, puede haber tantas razones como individuos. Lo que sí sé es que gracias a Dios la gente me quiere mucho y logra confiar en mí. Yo creo porque cuando nos reunimos para conversar sobre un plan, rápidamente ven que me importan más allá del negocio. Por eso puedo decir que hoy por hoy mi motivación principal es hacer la diferencia.
¿Cómo es eso?
Si en mi trabajo puedo poner mi granito de arena en este mundo, eso me satisface, por eso hago la diferencia pues trato a cada familia como si fuera mi propia familia. Y por esto estoy aquí en Wisconsin porque sé que no hay nadie más hasta ahorita que pueda ayudarlos como yo a través de este plan que ofrece Golden Memorial y Lincoln Heritage.
Cuando necesitas guía o consejo, ¿dónde lo encuentras?
Primeramente en Dios. A mi juicio, él es el mejor consejero y guía que uno pueda tener. Segundo, mi esposo pues él es también mi mentor en cuestión de negocios, y también es mi amigo. Y tercero, tengo a mi madre, ella siempre está dispuesta a brindar su consejo acerca de la familia o los hijos.
¿Y cuál es el papel de la suerte en todo esto?
No lo sé, yo no me preocupo por la suerte. Yo creo en la bendición de Dios. Soy una persona de mucha fe, creo que Dios nos bendice con el objetivo de nosotros poder bendecir a otros. Así es que como funciona. Claro, también, hay que echarle muchas ganas a la vida, hay que ser muy trabajador, ser puntual, honesto y saber agradecer. Y sobre todo hay que ser muy sencillo nada de altanerías ni de soberbia.
Pagar por morir
Parece una paradoja que haya que pagar por la muerte. Aunque en realidad, todos los ciclos de la vida tienen un costo. La paradoja es por qué nos preocupamos tanto por un nacimiento, quinceañera, matrimonio, etc; pero de la muerte tratamos de zafar, aunque es inevitable.
Por eso mi trabajo consiste en educar a la comunidad acerca de este tema, del que muchos de nosotros no queremos ni hablar. Cuando alguien muere, los hispanos no saben a quién recurrir, o como pagar por los servicios funerarios de nuestro ser querido. Pero en nuestras comunidades los hispanos suelen no saber que hay maneras económicas de prepararse para enfrentar la muerte. De hecho, fallecer es normal, también es normal que cause dolor; pero no debería causar problemas económicos.
¿Y esa situación es muy común?
A ver, la única certeza que tenemos es que algún día vamos a morir. Suena absurdo no estar preparado para ello. Yo he podido ver la angustia de quienes no están preparados, ¡puede llegar a ser caótico! No solo porque, desafortunadamente, cuesta mucho dinero cuando se improvisa; sino también por el desasosiego de no saber a quién recurrir o hacer.
Contratar este tipo de planes es más económico pues se ajusta al presupuesto mensual de quien contrata. Además, no necesita depósito o enganche; a diferencia de las funerarias locales que piden de 300 a 500 dólares. Con nosotros, no hay “enganche” o “pie”, solo se inscribe y empieza a dar sus pagos mensuales sabiendo que no tiene que preocuparse pues tiene protección y lo más importante, su familia no va a sufrir, pues no va a quedarse atrapados con el problema económico.