Por Chiara Mussari.
1. ¡Hola y bienvenida Ángela! Cuéntame de ti, ¿dónde naciste y cuántos años llevas viviendo en Madison? ¿Y por qué Madison?
Bueno, yo soy de Ibagué, una ciudad de Colombia bastante pequeña como área, pero con alta densidad de población, tiene casi 500.000 habitantes y queda a unas cuatro horas en carro de Bogotá. Me crié allá, hasta los dieciséis años. Me mudé a Bogotá para hacer la carrera de arquitectura. En el mismo periodo, empecé a hacer música. Antes me gustaba mucho el tema de la música pero, más bien, como espectadora, y no era mi sueño lo de ser cantante. ¡Me gustaba más la idea de ser actriz! Pero, ya sabía que iba a ser difícil hacer carrera con esto. De todas maneras, quería hacer algo ligado al arte, con lo que pudiera ganar dinero y también ayudar a la gente, una mezcla entre mi pasión por la arquitectura y la música.
Viví en Bogotá por ocho años, trabajando como arquitecta. Sin embargo, cuando terminé arquitectura, me dediqué solo a la música durante ocho meses porque quería darme la oportunidad de hacer de esto una profesión, y porque las probabilidades de hacerse famoso cuando eres más joven son mayores. Lo que más me gustaba cantar era rock y pop en español y en inglés. Todo lo que era música latina y colombiana no me gustaba, tal vez, porque mi mamá (ella es cantante también) cantaba este tipo de música, y yo debía ser rebelde en todo y no le tenía ganas.
En Bogotá, mientras estudiaba, empecé a cantar en una banda que hacía rock y tocábamos en bares durante el fin de semana. Fue complicado estudiar y cantar, ¡pero era joven y tenía energía! Yo hacía maquetas e, imagínate, uno se demora mucho haciendo esto, casi no dormía. Pero todo lo que hacía era por pasión, me apasionaba la arquitectura tanto como la música.
Después, me di cuenta de que ser famosa era más bien difícil por muchas razones, no solo por la parte económica, sino por la parte emocional también. Para mí, no era fácil trabajar de noche y, ni siquiera, que me reconocieran. Toqué con la misma banda durante cuatro o cinco años y luego me fui con otra banda, pero era difícil ir más allá de tocar en los bares, porque pasar de ahí a otro nivel es muy complicado; y, no solamente, necesitas plata, sino suerte más que talento. En cualquier lado es muy difícil, entonces me dediqué más al trabajo de arquitecta y pensé en hacer una maestría en un idioma diferente. Me decidí por el inglés y para aprenderlo me fui a Australia, donde viví por dos años haciendo diferentes trabajos para mantenerme mientras aprendía inglés. Tenía que presentarme a un examen que se llama IELTS (británico) y no quería volverme a Colombia sin él, así que me demoré mucho tiempo allá. Y, es en Australia, donde empecé a cantar música latina. Yo vivía en Gold Coast, la ciudad más turística de Australia, donde los músicos tienen la oportunidad de tocar en la calle, siempre que cuenten con una licencia. Saqué dicha licencia y empecé a cantar y a tocar la guitarra. El hecho es que era un ambiente muy duro porque tenía que enfrentarme con gente borracha, condiciones atmosféricas poco ideales, de noche… Y para una mujer no es fácil. Por allá, encontré una banda que tocaba música latina y toqué con ellos por un año. Para mí, fue terrible empezar a cantar música latina porque mi pasión era el rock, que era lo que me permitía expresar todos los sentimientos de rabia, tristeza, dolor, alegría, etcétera, mientras que con la música latina esto no era posible. Uno siempre expresa felicidad o, por lo menos, con la música que nosotros tocábamos. Y, aunque estés cantando una letra triste, tienes que sonreír. Me encanta sonreír, pero, a veces, me gustaría expresar otros sentimientos que el rock me daba. ¡Y, además, tenía que bailar! Pues, luego volví a Colombia y trabajé como arquitecta por ocho meses. El hecho es que no quería quedarme allá, porque siempre me enfrentaba con cosas que no me gustaban. Así que, finalmente, me decidí por la maestría y rellené la solicitud para una beca en Colombia, que pocos tienen la oportunidad de obtener. Yo era buena estudiante en la universidad, muy seria (no tanto en el colegio, donde, de verdad, ¡era muy indisciplinada!) así que no fue difícil ganarla.
El caso fue que me vine para Madison. Para ser honesta, Madison no era mi primera opción, quería ir a Inglaterra, pero mi hermano, que estudió en Milwaukee, me sugirió venir a Wisconsin, a Madison que era, según él, la mejor ciudad y, así, lo hice. Me vine a Madison en el 2013 y el primer año fue un desastre, muy agotador, difícil, con poco dinero y, además, la cultura fue un choque. Sin amigos, sin hablar español, sin poder cantar, ¡una pesadilla! Por fin, me gradué como urbanista, y después de una pasantía con City of Madison, me contrataron y con ellos llevo un año trabajando en la oficina de Planning Division. Hablando de música, me acuerdo que empecé a preguntar a todos los que encontraba si sabían de bandas en las que yo pudiera cantar, ¡incluso a Dante Viscarra! Estaba desesperada, porque extrañaba la música, la necesitaba. Un día, me fui a un evento de Dane Dances en Monona terrace, donde tocaba Grupo Candela y, justo allá, estaba Edy Rei como espectador y, así, hablando, me dijo que buscaba una cantante. Fue una coincidencia, pero es así que empecé a cantar en Madison. Edy y yo nos hicimos buenos amigos y ahora tocamos en dos bandas, Edy Rei y su Salsera y Son del Atlántico. Así que esta es mi historia resumida.
2. ¿Cómo entraste en el mundo de la música? ¿A qué edad?
Como ya te dije, empecé a los diecisiete años, tocando y cantando en Bogotá, en el periodo de la universidad. Pero siendo mi mamá cantante, he crecido rodeada de música.
3. ¿Ser cantante es una profesión o es un pasatiempo?
Yo diría que es una segunda profesión, porque si fuera pasatiempo, no me lo tomaría con la seriedad que me lo tomo. Tenemos ensayos todas las semanas, por lo menos, tres veces por semana. Yo me lo tomo en serio, no es la primera profesión porque no es la que me da que comer, pero sí, es una profesión.
4. ¿ Cuál es, entonces, tu principal ocupación?
¡Yo soy urbanista de día y cantante de noche!
5. ¿Cuánto te emociona cantar y qué es lo que más te satisface de la música?
Me emociona mucho y lo que más me satisface es ver que el público lo aprecia, así como lo que me provoca tocar y cantar en frente de un público, la adrenalina que sale, porque sino tocaría y cantaría en mi casa solita.
6. ¿Qué es lo que más te gusta hacer en tu vida, además de la música?
¡Pues bailar! Me gusta ir al gimnasio, hacer cardio, me gusta estar activa, me gusta dormir. Y tengo, también, mi parte aburrida, en el sentido de que ¡no puedo salir todos los fines de semana a rumbear! No tengo la energía suficiente, porque toda la semana estoy trabajando, ensayando y yendo al gimnasio. Prefiero gastar mi energía en todo lo que hago durante la semana ¡más que ir a bailar 10 horas! Y, además, yo ahora valoro muchísimo a quién y a qué doy mi tiempo, y no es porque discrimine cosas o a personas, es porque el tiempo es valioso, y la salud es importante, entonces, para mí, el domingo perfecto es ¡dormir hasta tarde!
7. ¿ Qué tipo de música tocan las bandas donde tú cantas?
En la banda Edy Rei y su Salsera tocamos, más, música latina popular, en la banda Son del Atlántico se toca, más, música afro-caribeña, colombiana (cumbia, porro, cumbión).
8. ¿Qué dificultad implica ser mujer, trabajadora y cantante al mismo tiempo? ¿Puedes manejar todo sin estresarte?
Yo siento que, definitivamente, ser hombre es más fácil, en muchos sentidos. Primero, hablando del tema de la música, a mí me disgusta ponerme tacones, aunque lo he podido arreglar poniéndome tacones no tan altos e, incluso, ¡he cantado descalza! ¡Y bailar sin zapatos es lo máximo!
Siento que, a mí, en cuanto mujer, me ven más como una figura física que intelectual y no debería ser así. Muchas veces, fuera del escenario, después de una actuación, la gente me dice: “pero se te veía bien”, más que “¡oh, qué bien cantaste!” Y, claro que es importante verse bien, porque nosotros, como músicos, estamos vendiendo algo, esta es la verdad, así que yo sé que es lo justo arreglarse, pero, a veces, es pesado.
Segundo, hablando del tema del trabajo, una mujer no tiene mucha autoridad, pero no te lo van a decir; y yo, tal vez, porque crecí en un ambiente demasiado conservador, tiendo a dar siempre flexibilidad al hombre, a dejar de lado mis ideas u opiniones, a seguir en vez de liderar, especialmente, cuando me encuentro en un grupo de hombres. ¡El tema de ser mujer es complicado! Y que la mujer sea fuerte no es algo inherente, es una cualidad más, así que esto, un poco, intimida al sexo opuesto. Cuando una mujer tiene todos estos patrones, el ser fuerte, trabajadora, etcétera, es mandona, ¡mientras que el hombre es un líder! Así que puedo manejar todo, pero, a veces, es estresante.
9. ¿De qué manera tus orígenes colombianos influencian la música de las bandas?
En todo. Colombia es muy rica en ritmos y tradiciones, que no ves en ningún otro lugar. Por ejemplo, la salsa tiene diferentes estilos y, entre ellos, está la salsa colombiana; igual se puede decir de la cumbia, hay diferentes tipos, y en Colombia tenemos la cumbia colombiana. Yo no he crecido cantando esta música, pero me crié escuchándola desde cuando tengo uso de razón. Otra cosa que traigo a las bandas es la actitud colombiana de ser amigable. Sin generalizar, creo que hay una parte cultural muy fuerte. Tú puedes notar que, en una fiesta con latinos de todas partes, el colombiano es el más amigable, y es amigable de manera natural, sincera. Entonces, cargo lo bueno y lo malo, los dichos colombianos, la música y la alegría que caracteriza a los colombianos. Un colombiano se ríe de todo, de tragedias también, frente a una muerte, se baila. Así pues, mis raíces influencian a las bandas en todo.
10. La música de las bandas tiene una conexión con lo popular de tu país, por ejemplo, tocan cumbia ¿Te sientes con el deber de representar a Colombia?
¡Claro que sí! Soy colombiana y traigo esto al escenario.
11. Según el diccionario, la cumbia es un baile originario de Colombia y Panamá, pero que, ahora, es popular en el resto de América Latina y hay numerosas variantes. ¿Qué es la cumbia para ti? ¿Qué sabes de su historia?
Como ya te dije, hay diferentes tipos de cumbias. La cumbia colombiana es muy diferente de otros tipos de cumbias, en el sentido de que, aunque el ritmo es el mismo, los instrumentos son diferentes, como la tambora (que es colombiana, tal vez, con raíces africanas). La cumbia colombiana es más llena, más rica. Por ejemplo, la cumbia chilena tiene letras muy tristes, mientras que la de Colombia tiene letras más alegres.
12. ¿Cómo es recibida la música latina aquí en Madison?
A los americanos les gusta mucho, la disfrutan, pero, la mayoría de las veces, se quedan sentados, mirando. Pienso que, un poco, les intimida este tipo de música y, tal vez, deberían escuchar más música latina, acostumbrarse, para que se atrevan a explorar. Es una música exótica y a la vez intimidante. Entonces, la reciben bien, pero les hace falta tener este tipo de exposición cultural para que empiecen a entenderla más en profundidad, a entender las raíces latinas y a involucrarse más con esta música. No necesitan entenderla completamente, sino cómo sentirla.
13. ¿Tienes nuevos proyectos musicales a corto plazo?
Sí, ahorita, estamos pensando un nuevo proyecto. Un trío con Edy, yo, que toco la guitarra y canto, y otra persona que toca el cajón. En ese trío, que yo quise crear, vamos a tocar música rock para que yo, finalmente, me pueda expresar de manera diferente. Ya estamos listos para tocar, aunque no hemos tocado en ningún lado todavía. El trío se llama “Los parces”, que es una palabra muy colombiana y que se traduciría en inglés como “The Dudes”, ¡y los tres somos colombianos! La idea es empezar a tocar en bares en el Happy hour.
14. Dime una de las cosas que mejor representa a Colombia. ¿Tú te identificas con esta cosa como buena colombiana?
La alegría y el tema de la actitud que te decía, de ver un problema en forma de risa, incluso, cuando es un problema serio. En Colombia, es normal ver el lado positivo por medio de las risas, es parte de la cultura, esta ironía es útil para reírse de la vida tratando, de esta manera, de vivir bien. Un colombiano celebra cualquier problema haciendo fiesta, porque no hay más que hacer. Entonces, es esta actitud positiva con la que me identifico yo también y que me ha ayudado mucho a enfrentar la vida, que no es fácil para nadie, a apreciar las cosas buenas, y a reírme de las malas, porque lo único que nos queda es reírnos. Esto no significa que esté siempre riéndome de mis problemas, pero trato de tener esta actitud, ¡y esto es colombiano!
14. Gracias Ángela, por una entrevista divertida y llena de risas. Gracias por tu humor positivo y constructivo. Me voy con esta lección aprendida: reírse nos ayuda a distanciarnos de los problemas, a ser más dinámicos, siempre respetándose a uno mismo y a los demás, a reírnos de las contradicciones de la vida y a hacer reír a todo el mundo, ¡“porque lo único que nos queda es reírnos”!
Quiero terminar recordando a todos que Edy Rei y su Salsera tocan el primer viernes de cada mes en el Brinklounge, en 701 E Washington Ave, Ste 105, Madison 53703. ¡Disfrute de unas de las mejores salsas, merengues, cumbias y bachatas en Madison!