Por Rafael Viscarra
La batalla de Puebla de 1862 es una fecha menor del calendario mexicano; pero todos conocen la historia graciosa de cómo muchos estadounidenses aún creen que se trata del Día de la Independencia de México.
Más allá de la anécdota, la fecha conmemora una fecha importante, pero para los poblanos, y como tal ha pasado a ser un momento de identidad para la diáspora de Puebla, y por extensión para los mexico-estadounidenses.
Con la finalidad de recordar esta fecha histórica los profesores y alumnos de Sherman Middle School, prepararon un evento cívico cultural en su establecimiento ubicado en Sherman Ave. de la zona Norte de esta ciudad, en el que el Ballet Folclórico de María Díaz y Rocío, presentaron danzas de diferentes estados de México con sus trajes típico de cada región, en particular de Puebla.
En el epilogo del programa se presentó el Ballet Folclórico “Boliviamanta” con la danza “La Diablada” de Oruro, Bolivia. Todos los grupos de danzas fueron muy aplaudidos por el numeroso público asistente.
Los organizadores fueron el profesor Juan Morales y la profesora Killman Arenas, quines coincidieron en señalar que este evento era para rendir tributo al patriotismo, el coraje y la valentía de los mexicanos en la Batalla de Puebla, e invitaron a los asistentes a compartir comida típica de Puebla (tacos y burritos y mole poblano) en el comedor del establecimiento, la misma que fue amenizada por el “Mariachi Sol de Madison”.
La batalla de Puebla fue un combate librado el 5 de mayo de 1862 en las cercanías de la ciudad de Puebla, entre los ejércitos de la Republica Mexicana, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio Francés, dirigido por Charles Ferdinad Latrille durante la Segunda Intervención, cuyo resultado fue una victoria importante para los mexicanos ya que con unas fuerzas consideradas como inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados y respetados de su época. Pese a su éxito, la batalla no impidió la invasión del país, sólo la retrasó, sin embargo, sería la primera batalla de una guerra que finalmente México ganaría. Los franceses regresarían al siguiente año, con lo que se libró una segunda batalla en la que se enfrentaron 35 000 franceses contra 29 000 mexicanos (defensa que duró 62 días), y lograrían avanzar hasta la Ciudad de México, lo que permitió establecer el Segundo Imperio Mexicano.
Finalmente, ante la incapacidad de consolidar un imperio y después de perder 11 000 hombres debido a la actividad guerrillera que nunca dejó de subsistir, los franceses se retiraron incondicionalmente del país en el año 1867.