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Madison.- La educación de adultos, un componente esencial para el desarrollo personal y económico de miles de inmigrantes y residentes de bajos recursos en Wisconsin, se encuentra en peligro tras la decisión del gobierno federal de retener casi 7 millones de dólares destinados a este sector en el estado.
Uno de los programas afectados es “Transiciones”, una clase avanzada de Literacy Network en Madison, diseñada para inmigrantes que dominan el inglés y se preparan para acceder a la universidad o al mercado laboral. Durante un año, los estudiantes desarrollan habilidades clave como la redacción de currículums, preparación para entrevistas y presentaciones académicas sobre temas de derechos humanos.
Gracias a sus buenos resultados y alta demanda, Literacy Network había logrado una subvención federal anual de 72.000 dólares, que permitiría ampliar la cobertura del programa de 100 a 150 estudiantes. Sin embargo, en junio la organización fue notificada de que los fondos no serían entregados.
El 30 de junio, la administración federal anunció la retención de aproximadamente 715 millones de dólares en todo el país destinados a la educación de adultos, como parte de un congelamiento más amplio de 6,800 millones de dólares en recursos educativos. En Wisconsin, esta medida frena la entrega de cerca de 7 millones de dólares que iban a beneficiar directamente a programas que ayudan a adultos a terminar la escuela secundaria, aprender inglés y mejorar sus habilidades de lectoescritura.
“Reducir la financiación de programas que han demostrado ser eficaces, y que impactan no solo a individuos sino a comunidades enteras, es realmente miope”, expresó Robin Ryan, directora ejecutiva de Literacy Network, visiblemente preocupada por el futuro de los servicios que ofrecen.
La situación es particularmente grave en un estado donde se estima que más de 340,000 adultos no cuentan con un diploma de secundaria. La falta de estos fondos podría obligar a reducir o incluso suspender iniciativas que brindan oportunidades de educación gratuita a miles de personas, incluidas aquellas privadas de libertad en cárceles y prisiones.
El Departamento de Educación de EE. UU. justificó la medida asegurando que los recursos se están revisando para alinearse con las prioridades del presidente. Sin embargo, líderes comunitarios y organizaciones educativas advierten que este recorte podría tener consecuencias devastadoras para la fuerza laboral futura y para los esfuerzos de integración social y económica de comunidades vulnerables.
En un momento en que la educación debe ser vista como una inversión estratégica, esta decisión pone en entredicho el compromiso del gobierno con los principios fundamentales de acceso y equidad educativa.