Cultura popular tradicional significa ser parte de una comunidad donde germinan valores, costumbres, tradiciones y memoria histórica, que se trasmiten de generación en generación y se convierten, así, en patrimonio.
Este mecanismo de trasmisión es muy importante para la formación, el desarrollo y la preservación de la identidad de un pueblo. La conservación de este patrimonio se logra al crear conciencia en la comunidad. En este sentido, son fundamentales la enseñanza y la promoción para educar a la comunidad en mantener sus tradiciones. Y, más que nada, todo esto es importante en un contexto norteamericano, donde el riesgo del olvido es mayor.
Por Chiara Mussari
1. ¡Hola y bienvenida María! Cuéntame de ti, ¿dónde naciste y cuántos años llevas viviendo en Madison y por qué Madison?
Bueno, yo soy hija de padre mexicano, nacida en los Estados Unidos, en Minnesota. Mis padres eran migrantes. Vivimos por algunos años en otros estados y, luego, vinimos aquí, a Madison, cuando yo tenía 14 o 15 años. ¡Somos 16 hermanos! Me crié como migrante, crecí trabajando y viajando por todos los estados, acompañando a mis padres. Cuando llegó el momento de que mis padres se retiraran, y la familia se iba haciendo más pequeña, decidieron retirarse aquí, en Madison. Me gradué de la escuela donde ahora llevo 25 años trabajando. Estoy muy orgullosa de haber nacido de padres mexicanos. Yo era la más pequeña, mis padres no podían trabajar más, por esto decidieron retirarse en Madison, y yo y los hermanos más pequeños pudimos estudiar. Vivimos pobremente, pero lo poco que nos daban, lo daban con cariño, amor y respeto; y era todo lo que necesitábamos. Los días de la infancia y de la adolescencia fueron los más dulces y los recuerdo con amor, los viviría de nuevo sin cambiar nada. Fue una juventud muy limpia, tranquila y simple, y, por esto, muy bonita, a pesar de la discriminación de este país, que antes era mucho más evidente; mientras que ahora está más escondida.
Me casé a los 19 años, tuvimos hijos, y estuve casada durante 24 años. Mi marido, también mexicano, conocía el baile folclórico, y así es que comenzamos a bailar el folclore y a crear un ballet. Lo llevamos a ser tan grande que comenzamos a viajar por todas partes de Europa. Yo no conocía el folclore para nada, había crecido aquí, viviendo de manera más americana que mexicana, a pesar de que mis padres eran mexicanos.
Tuve padres educados y que sabían educar, y nos enseñaron a seguir adelante, trabajando y haciendo todo con pasión. Y yo, ahora, estoy más que convencida de que no importa cómo los otros vean las cosas; si tú crees en algo, sigue adelante y la vida te compensará. Siempre se cosecha lo que se siembra. Ahora, la discriminación no me molesta y no me importa, estoy orgullosa de sentirme mexicana, y lo mismo transmití, y todavía transmito, a mis hijos. No es un crimen ser mexicanos, y con todo el respeto para la bandera americana, pero nadie me puede quitar mi origen. El folclore es importante en este sentido y mis hijos crecieron bailando. Aunque ahora hacen otras cosas y no bailan, siguen viéndolo y están felices de que yo siga trabajando con esto. Es mucho trabajo. Todo viene con práctica y requiere educación.
2. ¿Cuándo y cómo nació el Ballet Folclórico?
El Ballet Folclórico existe hace 5 años, y comenzó porque ¡dos niñas querían aprender un baile! Se hicieron mandar los trajes de México y se hizo un espectáculo. Al público le gustó y muchas personas comenzaron a llamarme para que enseñara, así que se creó el ballet que, hoy en día, es bastante grande, considerable y tiene su calidad.
3. ¿Qué quieres expresar con este ballet?
Simplemente, quiero decir que, tan solo porque están fuera de su país, no deben perder el respeto por él. Son quienes son y que sigan adelante. ¿Y qué más bonito que enseñar quiénes son bailando danzas folclóricas? Sobre todo, porque muchos de ellos son nacidos aquí, entonces, no conocen el folclore. Involucrarse en todo esto significa conocer los propios orígenes. Por este motivo, yo hablo siempre de la historia de cada baile, para que sepan lo que están bailando y de dónde vienen. Claro que, hay que reconocer que los Estados Unidos son buenos, muchos de nosotros hemos nacido aquí, y aquí moriremos, pero nunca hay que perder las raíces. Esto es lo que quiero transmitir.
4. Yo sé que el folclor mexicano, por lo que he escuchado siempre, es resultado de una fusión cultural entre los aztecas, pasando por las costumbres traídas de Europa, África y Estados Unidos. ¿Me lo confirmas? ¿Qué tipo de danzas se bailan en tu grupo y cómo creas las coreografías?
Sí, puedo confirmarlo. Cada Estado de México tiene sus bailes, sus orígenes. Por ejemplo, el Estado de Veracruz tiene influencia de España. Yo bailé por 20 años, así que aprendí todas las danzas, tomando clases de bailarines importantes y sigo creciendo como bailarina. Los pasos son todos iguales, la música es la misma de siempre, las coreografías las cambio a mi manera. Con las niñas pequeñas, empiezo enseñando bailes más fáciles; a las más grandes, bailes más difíciles; es como una escalera.
5. ¿Qué difícil es luchar contra la creación de estereotipos como, por ejemplo, La Bamba, para que se muestre la verdadera cultura mexicana, sin caer en la divulgación de copias coreográficas que tienen como meta el lucro, la globalización y la uniformización de los pueblos?
Simplemente, representando todos los Estados de México lo mejor que puedo, con los bailes, con los vestidos y, ahora, vamos a hacer carteles que explican cada canción, lo que significan y, también, el tipo de vestuario. Por ejemplo, La Bamba viene del Estado de Veracruz y resulta de la mezcla de seguidillas y fandangos españoles con los zapateados y guajiras cubanos, y el traje femenino incluye muchas variantes de origen español.
6. Mantener la tradición significa, también, lidiar con la innovación. ¿Cómo lo haces tú? ¿Qué tan difícil es?
Es difícil. Requiere mucho trabajo y mucha paciencia. Si se pone pasión, la tradición se mantiene.
7. ¿Cuánta participación hay en tu ballet? ¿Cuántos jóvenes quieren, todavía, bailar folclore? ¿Tienes solo estudiantes de México u otros latinos también? ¿Qué edad tienen los estudiantes?
Como soy la única que enseña y que decide todo, tengo, más o menos, 15 niñas y la mayoría de origen mexicano, por lo menos de padre o madre. Todas tienen entre 5 y 17 años. Es importante que sea un grupo pequeño. Requiero seriedad y soy seria en lo que hago. Me gusta trabajar bien y enfocarme en todas las niñas de la misma manera. Puedo, así, dividirlas por edad y darle a todas la oportunidad de estar en el escenario. A todas les voy a dar mi tiempo. A quien quiere entrar, le doy la oportunidad de que venga a practicar y que vea y después hablamos. Muchas veces, vienen niñas porque los padres quieren que bailen, pero ellas mismas no quieren, así que, si veo que, en realidad, no quieren, prefiero decir que no.
8. ¿Hablando de cultura mexicana e inmigración, ¿Cuál ha sido, y cuál es todavía, el papel del Ballet Folclórico en tu proceso de integración en Madison?
Es muy importante, pero, a veces, me pone triste porque pienso que, a estas familias, a los padres de estas niñas nacidas aquí, les pueda pasar algo, y trato de no pensar en esto, y seguir adelante y bailar para que las niñas, tampoco, piensen en esto. Estamos viviendo en un tiempo duro, donde en cualquier momento puede pasar algo grande, entonces, yo trato de quitarles ese miedo.
9. ¿Cómo ha acogido al ballet la comunidad de Madison?
Muy bien. Me llaman muchas personas y la gente lo está reconociendo más. Muchas compañías me llaman para que vayamos a bailar.
10. ¿Hay veces que algo te decepciona?
Los vestuarios cuestan mucho y nosotros, como ballet, hemos tratado de recaudar fondos en Madison, pero no hay ayuda, por lo menos no bastante. ¡Qué pena! Porque no se entiende cuánto es importante. Hay quien nos ayuda, pero podría ser mucho más, porque Madison es una ciudad rica.
Yo no pido dinero, pido una donación, porque no estoy para hacer dinero. Además, el dinero no lo quiero para mí, sino para ayudar a los padres a comprar el vestuario.
11. ¿Qué es lo que más te satisface de tener este grupo de baile mexicano?
Me encanta ver a las niñas bailar, todas son mi orgullo y, solo por esto, vale la pena seguir adelante.
12. ¿Qué quieres decirle a los latinos que van a leer esta entrevista?
Que el ballet está adelante, que está aquí para representar al país de México y ¡qué no nos olviden!
13. ¿Quien quiera contactar con el Ballet Folclórico de María Díaz, ¿cómo puede hacerlo?
Estamos en Facebook bajo el nombre “María Díaz Ballet Folclórico”, mi número es (608) 417 0593 y el correo electrónico es mdballetfolclorico@gmail.com.
14. Gracias María por recordar la belleza del baile folclórico y la importancia de rebuscar en la historia para que sepamos lo que somos hoy. Porque somos lo que somos y nadie nos lo puede quitar.