Por Sally Pipes
El inversionista multimillonario Mark Cuban es conocido por su deslumbramiento. No solo ha respaldado una larga serie de empresas de tecnología, medios y criptomonedas, sino que también es propietario del equipo de baloncesto Dallas Mavericks y es una estrella de televisión en “Shark Tank”.
Entrar en medicamentos de descuento podría no haber parecido un próximo paso obvio para el Sr. Cuban. Pero eso es exactamente lo que hizo el mes pasado, cuando lanzó Mark Cuban Cost Plus Drugs.
El objetivo de la empresa es ofrecer medicamentos seguros y asequibles a precios transparentes. Es una causa noble, dado que uno de cada cuatro estadounidenses tiene problemas para pagar sus recetas.
Cuban ha observado claramente que los precios inflados que pagan los consumidores por los medicamentos genéricos están listos para la disrupción. El Congreso debería tomar nota de su estrategia.
Cost Plus ofrece más de 100 medicamentos recetados genéricos, muchos con descuentos increíbles.
Tome fluoxetina, el equivalente genérico de Prozac, un tratamiento para la depresión. Un suministro de 30 días del genérico normalmente se vende al por menor por $21,92. Puede obtener lo mismo de Cost Plus por $3.90.
Un suministro de 30 unidades del medicamento contra el cáncer imatinib se vende por $17,10, en comparación con la friolera de $2502,50 en otras farmacias.
La lista continúa. Cost Plus requiere que los consumidores paguen los medicamentos de su bolsillo y no procesa reclamos de seguros. Pero sus medicamentos cuestan menos de lo que la mayoría de los pacientes pagarían en otros lugares, incluso con seguro.
¿Cómo son posibles estos descuentos? Cuban no está vendiendo productos a pérdida. Su empresa simplemente está pasando por alto a los intermediarios de la industria farmacéutica y sus márgenes de beneficio exorbitantes.
Un nuevo estudio realizado por Berkeley Research Group muestra cuán elevados son esos márgenes. Más de la mitad de los gastos brutos en medicamentos, el total gastado en medicamentos recetados por parte del consumidor, ya sea por parte de los pacientes o de sus planes de salud, se destina a intermediarios.
Esos intermediarios incluyen aseguradoras, hospitales, farmacias, el gobierno y administradores de beneficios farmacéuticos, intermediarios turbios que usan su poder adquisitivo para obtener descuentos de los fabricantes de medicamentos y rara vez transfieren los ahorros a los consumidores.
El estudio encontró que la proporción del gasto en medicamentos que se destina a los intermediarios está aumentando. De 2013 a 2020, su parte de la ingesta del gasto en medicamentos aumentó del 37 % al 51 %.
En otras palabras, los intermediarios han estado aceptando más y más, sin ningún beneficio para los consumidores.
Cuban merece crédito por crear un modelo de negocios que no solo ahorra dinero a los consumidores en sus medicamentos, sino que muestra hasta qué punto los intermediarios han estado estafando a los pacientes.
Durante años, el Congreso ha debatido cómo frenar las prácticas depredadoras de los administradores de beneficios de farmacia, con proyectos de ley propuestos que requerirían una mayor transparencia. Pero el sector privado ahora está liderando el camino. La compañía de Cuban podría servir como modelo y primer paso para arreglar el statu quo inflado de precios.
Sally C. Pipes es presidenta, directora ejecutiva y becaria Thomas W. Smith en política de atención médica en el Pacific Research Institute. Su último libro es Premisa falsa, promesa falsa: la realidad desastrosa de Medicare para todos (Encuentro 2020). Síguela en Twitter @sallypipes.