Por Chiara Mussari
1. ¡Hola y bienvenido Rodrigo! Gracias por concederme esta entrevista. Cuéntame un poco de tu historia, ¿de dónde eres, cuántos años llevas viviendo en Madison y por qué Madison?
Me llamo Rodrigo Carapia, soy de la Ciudad de México, tengo 26 años, y llegué a Madison hace 9 años, por casualidad, sin un motivo específico. Mi hermano estaba aquí y yo llegué aquí, no elegí esta ciudad. Soy el menor de cinco hijos. La vida en Madison, al principio, no fue fácil, trabajaba mucho para ayudar a mi familia y el idioma era una gran barrera.
Soy artista; ahora, pinto con acrílicos, pero en México pintaba murales. He tenido que adaptarme y aprender una nueva forma de pintar. Puedo pintar cualquier cosa cuando lo hago por diversión, pero me gusta enfocarme en mis tradiciones y cultura. Trato de dar mensajes en mis pinturas, pero no siempre los doy. A veces, es por gusto, a veces, es por transmitir algo. Digamos que no tengo un tema específico.
2. ¿A qué edad empezaste a dibujar?
Creo que siempre tuve ganas de pintar, por lo menos, desde los nueve o diez años. Sin embargo, comprendí que tenía talento entre los doce y los trece años, cuando, de hecho, me enfoqué más para hacerlo mejor. Me gustaba lo que hacía y a la gente también.
3. ¿Cuáles son tus temas?
De hecho, soy muy diverso, no es que tenga un tema específico. Depende del humor que tenga o las ganas de comunicar algo a las personas. Puedo enfocarme en algún tema cuando yo quiera. Me gusta mucho la cultura azteca, me gusta hablar de la educación y fomentarla por medio de mis pinturas; de la unión entre las personas, de la paz y del respeto. Me siento bien cuando mi arte transmite algo positivo. Además, me encantan los animales, que puedo pintar tanto realísticamente, como de forma irreal y de fantasía siempre que la esencia del animal se quede.
4. ¿Cómo se puede definir tu arte? ¿ Cuál es tu estilo y qué técnicas utilizas?
Es una combinación de diferentes técnicas y estilos. Crecí haciendo arte callejero, así que en mi arte, ahora, se puede sentir la esencia de este tipo de arte. Y, la verdad, es que no tengo un estilo o una técnica específica, ¡para mí es arte que me hace feliz y que hace feliz a la gente!
5. ¿ Por qué pintas?
Las ganas de seguir adelante, seguir pintando y ver a dónde llego.
6. ¿Cuáles son tus inspiraciones?
Todo lo que está a mi alrededor. Desde los colores que veo a la luz del día, hasta los que veo en la noche. Me inspiro mucho en los colores de mi colonia en México, que es un ambiente colorido y parece ya un mural. El paisaje de México es inspirador para mí. En comparación, la ciudad de Madison es más pequeña, compacta y tranquila, y con menos colores. Pienso que mi arte es una combinación de las dos cosas.
6. ¿Qué quieres transmitir con tus obras?
Quiero inspirar a nuevas generaciones, que se inspiren así como yo me inspiré viendo muchos murales de autores anónimos, porque nunca supe de quién eran los murales que veía en las calles. Y quiero transmitir un sentimiento de lucha por un mundo mejor.
7. ¿Cuál de tus obras es tu favorita, la que más te representa o que te ha representado?
Hay una obra que pinté, que se llama Azteca Warrior (El guerrero azteca) que, básicamente, es una calavera que tiene encima un águila. Tengo un especial cariño por esta pintura, me la han querido comprar muchas veces, pero yo nunca la vendí. Me representa porque la cultura azteca representa a mi país y porque los mexicanos somos guerreros. La calavera no tiene color, así que es neutral y puede representar a cualquier persona. Había hecho algo parecido en México, en una pared, pero ¡una pared no te la puedes llevar contigo! Es una de mis clásicas y, aún, sigue sorprendiendo a la gente que se queda mirándola, tal vez, porque tiene mucho poder.
Otra obra que me representa bien es On my way (En camino), que muestra a un hombre que está un poco inclinado y está trayendo consigo toda la América Latina, como si estuviera cargando un peso. Fue un experimento que nació a partir de una imagen real. Vi a un chico inclinado que estaba transportando una piedra bien grande, así que me imaginé dando forma a la piedra. Pensé en mí mismo como inmigrante, así que decidí pintar el continente americano. Sin embargo, no sabía si pintar todo el continente o solo América Latina. Después, pensé que esta persona, tal vez, estaba caminando hacia los Estados Unidos y dibujé solo América Latina porque era como un inmigrante que estaba llevando su propia cultura a otro país. Es importante mantener las tradiciones para no olvidarse de quiénes somos.
8. ¿En qué exposición o eventos has participado recientemente?
En este momento, mis obras están expuestas a diario en dos locales de Madison. La galería de arte Yellow Rose Art Gallery, que se encuentra situada en 12 State Street #201; y la comunidad de coworking 100state, que está localizada en 316 W Washington Ave #675. Además, tengo tres murales en el Centro de detención juvenil del Condado de Dane, Madison. Estoy muy feliz de haber sido el primer artista en lograr que sus murales estén en este centro para menores. De verdad, ahora, tengo tres murales ahí y estoy muy orgulloso de ello.
9. ¿Estás trabajando en algunos proyectos actualmente? ¿Tienes ideas para el futuro?
Sí, tengo un proyecto a largo plazo, que es abrir una galería cien por ciento latina, donde los jóvenes latinos y los artistas de Madison puedan apoyarse para sacar su propio arte, y que pueda funcionar como un incentivo para hacer arte. Me gustaría mucho, también, llevar allí el arte de mi ciudad, de la Ciudad de México. Hay gente talentosa allá, que no tuvo la oportunidad que tuve yo de venir, entonces, quiero ser su conexión para que ellos puedan exportar su arte y tener un recurso más.
También, estoy planeando una marca de ropa. Es un proyecto más concreto que la galería o, por lo menos, creo que va a ser más pronto que la galería. Me estoy tardando un poco, pero va avanzando y ¡espero que pronto se realice!
10. ¿Qué otras formas de arte tienen mayor influencia en tu propio arte?
¡La música, por supuesto! No puedo estar sin música durante todo un día. La escucho trabajando todo el día, música de diversos tipos, que me ayuda a visualizar lo que quiero ver y pintar. Probablemente, sin la música no pintaría. Puedo escuchar desde el piano solo, hasta una banda mexicana o un mariachi típico mexicano. El mariachi, por ejemplo, puede ser triste o alegre, puede hacer llorar o reír. Depende de lo que sienta y quiera pintar, pero usualmente, decido lo que quiero escuchar dependiendo del humor y, luego, las imágenes salen y las saco afuera pintando.
11. ¿En qué medida el tema de la inmigración afecta a tu arte y a tu vida?
Al principio, sentía mucho la falta de apoyo y seguridad, porque no sabía a dónde ir y no había posibilidades, o estaban pero yo no las encontraba. Es importante orientar al inmigrante y ayudarlo, lo que representa uno de los motivos por el que deseo tener una galería, para orientar a todos, sobre todo, si tienen talento.
De alguna manera, el hecho de ser migrante ha afectado mi arte positivamente o, por lo menos, me ha ayudado. Llegando con mi manera de hacer arte, he sorprendido a los demás mostrando algo nuevo.
También, tuve un periodo de depresión. No quería pintar y me faltaban ideas e imaginación porque no pensaba que valiese la pena. Sin embargo, escuchaba muchísima música y, sin darme cuenta, me afectó y, cuando comencé a pintar de nuevo, esto me ayudó. Además, en México, pintaba con un grupo de artistas callejeros que me apoyaban, mientras que, cuando llegué aquí, me encontré solo.
12. ¿Qué relación hay entre tus obras y tus orígenes latinos? ¿ De qué manera tus tradiciones, las de México, afectan a tu obras?
Se ve en los colores. La gente no necesita, ni siquiera, verme la cara para saber que mis pinturas son latinas y, más que latinas, mexicanas. Cuando un mexicano pinta, se reconoce que es mexicano y no sé si esto pasa en todos los países, pero ¡la esencia de México está en los colores! No podría dedicarme a dibujar en blanco y negro. Apenas, hice un experimento, dibujé un Dios mexicano, la cara de una serpiente emplumada, con charcoal, una reliquia descubierta recientemente. Intenté pintarla en blanco y negro, pero, en mitad del proceso, me di cuenta de que no podía evitarlo, que tenía que colorear porque iba en contra de lo que yo hago, de lo que yo soy. Así que la cara y la lengua las pinté de blanco y negro, pero hice las plumas coloreadas.
13. ¿ Aparte de pintar, enseñas también?
Sí, hago talleres de vez en cuando. Alguien descubrió mi arte y le comentó a una persona que se ocupa de proyectos educativos, con la idea de llevar el arte a lugares donde pueda ser usado para educar y transmitir positividad, de manera constructiva. La idea es que un artista traiga su propio arte, compartiendo su conocimiento y capacidad con personas que necesitan encaminar su vida hacia cosas buenas. Estos proyectos se desarrollan en lugares como refugios o cárceles para menores, como una forma de terapia y para que tengan un oficio cuando salgan. Cuando hago esto, mi principal tarea es hablar con ellos, inspirarlos y enseñarles. Para mí, es una experiencia muy grata, la sigo disfrutando mucho y, cada vez que me invitan, lo hago con mucho gusto.
Además, hay proyectos en escuelas y bibliotecas para jóvenes interesados en pintar. He dado, también, talleres en asilos de ancianos (los llamo abuelos cariñosamente) y, en este caso, también funciona como una terapia para ellos. Mi forma de enseñar radica en dar muchísima libertad a los estudiantes. No soy de esos que mandan qué hacer, solo puedo enseñar cómo hacerlo, el proceso, así que doy libertad para expresarse.
No soy maestro y prefiero que ellos me vean como amigo y tutor. Me respetan como persona y esto hace que la comunicación sea mejor y crea una fuerte conexión, porque estoy ahí para ayudar a aprender algo.
14. ¿ Es un trabajo pintar? ¿ Haces otros trabajos?
No, no creo. Pintar es un recurso, una necesidad. He intentado dejarlo varias veces, retándome a mí mismo, para ver cómo de involucrado estoy, cuánto el arte me controla y si puedo prescindir de él… Y no puedo, mi cabeza está, siempre, pensando en formas de arte. Puedo dejar de pintar un mes o dos, pero estoy siempre teniendo ideas. Así que, si dejo de hacerlo por un tiempo, luego necesito hacer algo chiquito, que se acaba transformando en algo grande. Y, de verdad, todas la veces que dejo el arte de lado, recibo una llamada para proponerme un proyecto y no me niego, nunca me he negado a los proyectos. Así que el arte me molesta, ¡y yo lo molesto también! No nos dejamos en paz. El arte va a ser para ti lo que tú seas para él. Es una relación de amor y odio.
Durante el día, trabajo en la jardinería, que me ayuda a mantenerme con ganas de seguir pintando. Son dos cosas totalmente diferentes y, muchas veces, me pasa que, mientras trabajo en la jardinería, pienso que debería estar pintando; y lo hago, no siempre, cuando llego a casa después del trabajo. El trabajo de jardinería es muy solitario, aunque me paso todo el tiempo escuchando música y contemplando vistas y paisajes que me inspiran. Tomo muchas fotos a las flores y otros elementos de la naturaleza.
14. En este momento de tu vida, ¿cuál es tu mayor deseo por realizar?
En lo referente al arte, quiero revolucionar el arte latino de Madison, en el sentido que quiero hacerlo crecer tanto, que sea inevitable no verlo. Quiero que sea divulgado para que muchas más personas se interesen en el arte latino porque tenemos muchísimo talento y estamos muy atrasados en Madison. En Chicago, la situación es distinta, hay muchos centros dedicados, específicamente, al arte latino. Quiero empujar el arte latino adelante, no dando pasitos, sino a pasos agigantados. Hay una feria de arte latino una vez al año en Madison, en octubre, pero, ¿cómo puede ser bastante? No es inspirador para ningún artista, no es suficiente estímulo. Una galería latina, y solo latina, permitiría que hubiera competición y, cuando hay competición, hay avance.
Por otro lado, en relación con mi vida personal, deseo ver a mis padres, que hace nueve años que no los veo. Este es mi mayor deseo en este momento de mi vida.
¡Gracias Rodrigo! Ha sido un gran placer hablar contigo y espero que, pronto, sea posible visitar la galería de arte latino que tanto deseas y que sería un recurso fundamental, un apoyo para los artistas latinos de Madison. Yo no soy una experta en arte, pero puedo decir que tu arte transmite algo y, creyendo en el arte como terapia y como cura, estoy segura de que tú y muchos otros artistas latinos aquí están contribuyendo inmensamente con esta comunidad.