Por Chistian Phelps (christen@wisconsinnetwork.org)
(8/26/20). Declaración sobre el reciente tiroteo policial de Jacob Blake en Kenosha de Wisconsin
La directora ejecutiva de la Red de Educación Pública, Heather DuBois Bourenane, y la presidenta de la junta, la Dra. Julie Underwood, en nombre de la junta de Wisconsin Alliance for Excellent Schools.
Los niños están mirando. Dejemos que nos vean hacer lo correcto.
La tragedia de esta semana en Kenosha no es una situación única en nuestro estado o nuestra nación: un hombre negro, Jacob Blake, baleado por la policía.
Jacob Blake recibió siete disparos de la policía en la espalda a quemarropa con sus tres hijos en el automóvil.
Sus hijos nunca dejarán de ver este espectáculo indescriptiblemente doloroso. Todos nuestros niños continúan viendo cómo se desarrolla más violencia. Todos nuestros niños ahora son testigos de las formas en que la violencia genera más violencia y buscan la seguridad, el consuelo y el liderazgo que merecen.
No podemos ignorar lo que han visto estos niños.
No podemos ignorar el inconmensurable trauma de la violencia racista.
No podemos guardar silencio cuando nuestros sistemas, instituciones y ahora comunidades ponen a nuestros niños directamente en peligro y los obligan a dar testimonio de nuestra inhumanidad.
No podemos dejar de ver las políticas y prácticas integradas en nuestros sistemas que permiten que Wisconsin siga siendo el peor de la nación tanto por las tasas de encarcelamiento de hombres negros como por las disparidades raciales entre los niños negros en nuestras escuelas. *
No podemos dejar de ver el papel que desempeña la inversión excesiva en el encarcelamiento y la vigilancia de las comunidades negras y la inversión insuficiente en educación para perpetuar las actitudes y políticas en la raíz de esta violencia.
No es así como queremos estar juntos en comunidad. Apoyamos a los estudiantes, educadores, padres y nuestros socios que piden unirse para nombrar y poner fin a estas prácticas racistas en todas nuestras instituciones públicas. Para hacer esto, debemos hacer de la equidad racial una prioridad no solo en nuestras palabras, sino en nuestras políticas, presupuestos y práctica diaria en todos los niveles. Podemos comenzar reconociendo que Wisconsin gasta masivamente en vigilancia y encarcelamiento y asignar estos fondos para restaurar comunidades, invertir en lo que es bueno para los niños y abordar el trauma duradero de incidentes como estos. Ya es hora de llegar a las raíces de esta deshumanización: dejar de respaldar estos actos racistas de violencia con presupuestos y políticas que los perpetúan, empoderar a los niños negros, sus familias e invertir en su futuro.
Nuestros hijos necesitan ver que Black Lives Matter. Dejemos que nuestros hijos nos vean hacer lo correcto.