Por Laura Green
“Primer pensamiento, mejor pensamiento,” repitió la poeta Angie Trudell Vásquez varias veces durante un taller de escritura de naturaleza, auspiciado por el Centro Católico Multicultural (CMC). La Sra. Trudell Vásquez actualmente es la Poeta Laureada de la Ciudad de Madison, un puesto honorífico con el cargo de desarrollar el arte de la poesía en la ciudad. Ella mencionó que la naturaleza siempre está inspirando algo nuevo en su poesía.
Para el poeta conocido como Markoni Nurellana, defender la naturaleza es una pasión y es un trabajo esencial en el que todos debemos brindar nuestro mejor esfuerzo. Juntos, los autores guiaron a unos 15 participantes en el parque Olin, un día soleado y caloroso, para el arte de poesía y la habilidad de observar el mundo natural en su alrededor.
Todos caminaron los senderos del parque, que atraviesan el bosque, la sábana de roble, y la orilla del lago Monona, buscando inspiración para sus escrituras. Participantes de todas las edades buscaron las aves que se oían cantando, notaron el olor del agua contaminada, posaron para fotos entre los árboles, y hasta vieron un área donde chivos trabajan comiendo plantas invasoras. Se hicieron nuevas amistades platicando y disfrutando del día juntos.
Posteriormente los dos poetas instruyeron a los participantes, un grupo en español y otro en inglés, convirtieron sus observaciones y sentimientos de la caminata en palabras escritas. “No se puede cometer ningún error al escribir poesía,” dijo Trudell Vásquez, aconsejando al grupo que escribieran cada pensamiento que se les ocurriera sin corregir o cambiarlos. Después de un rato de escribir en silencio, todos compartieron en voz alta sus poemas. Algunos nunca habían escrito un poema antes, mientras otros nunca habían escrito poesía en inglés, como un francófono de Benin (Africa) y una mujer de la China. Ese día, ¡todos se hicieron poetas!
Al acabar el taller, los dos autores animaron a los participantes a seguir adelante con sus escrituras. Markoni Nurellana denunció del gran daño que está haciendo nuestra sociedad a la naturaleza, y nos llamó a unirnos en una lucha para la restauración y protección de nuestra madre tierra. Una o dos personas no tienen poder, dijo él, pero cuando hay diez y luego cien y luego miles juntos, podemos lograr grandes cambios positivos, urgió el Sr. Nurellana.
Mucha poesía bonita y profunda salió de este taller, y aquí elegimos dos obras para compartir con ustedes:
Un Granito
Por Sarah S
El día de hoy aportamos nuestro granito.
No recaudamos fondos para ninguna organización… pero del uno al otro aprendemos.
No arrancamos plantas invasoras… pero sí señalamos cuáles son beneficiosas.
No recogemos basura… pero tampoco la dejamos atrás.
No difundimos mensajes a grandes audiencias… pero a nosotros mismos nos escuchamos (da igual el idioma).
No repartimos bienes a personas necesitadas… pero lo que llevamos compartimos entre sí.
No somos muchos… pero las conexiones sí las hacemos.
El día de hoy no afectamos la política ni cambiamos leyes… a veces nuestro alcance es limitado… y el progreso anda lento.
Pero igual andamos.
Y andamos…
Y andamos…
Para aportar nuestro granito.
Y un poema del personal del CMC y escritor de toda la vida, Antonio Quintanilla:
Observando el Bosque de Olin
Por Antonio Quintanilla © 6/3/23
Yo Tengo esperanza que un mundo verde es posible
La conciencia ambiental avanza, creando lo sensible;
Por la vera del camino vamos buscando inspiración. . .
Caminamos cual peregrinos. . . ¡Cansadísimos de polución!
Entre flores de colores, de olores tan genuinos,
unos pájaros cantores, nos deleitan con sus trinos;
mientras vamos platicando y hacia arriba mirando,
vemos nidos en los árboles y unos pájaros volando.
Los árboles nos dan vida a todos los seres vivientes.
Ante el hacha genocida, denunciar es muy urgente;
Hay sufrimiento en el suelo, ¿Que haremos los conscientes,
ante el clamor de duelo de tantos árboles inocentes?
Se siente un mal olor de algas descompuestas,
El lago tiene dolor. . . sus aguas ya no son frescas. . .
Los peces son escasos por mucha cosa podrida,
el veneno de los pastos y la sal les contamina.
Continuamos caminando y continuamos conversando,
Analizando, comentando, de lo que vamos observando;
En un rótulo leemos: – Aquí hay CABROS LABORANDO –
Y porque no los vemos, los estamos imaginando. . .
Como les dije al principio ‘YO TENGO ESPERANZA-
Esto es buen inicio, fortalezcamos nuestra alianza,
Pongámonos activos, gritemos a los cuatro vientos,
No seamos inactivos, ni poetas del silencio.
——————-
Este taller fue parte del Programa Comunitario del Medioambiente del CMC. Para más información o juntarse al próximo evento, llame al 608-441-1180 o visite su página web (LINK: https://cmcmadison.org/es/integracion-a-la-comunidad/programa-ambiental/)