“Verónica y Luis Martínez Comparten su Asombrosa Historia de Resiliencia, Determinación y la Creación de un Sabor de México en Wisconsin Dells”
Madison.- Cuando se deja la tierra natal para buscar un mejor destino en la tierra del Tío Sam, algunos piensan que la vida es color de rosa y que el viaje tan solo consiste en llegar y, como por arte de magia, resolver todos los problemas. Lo que la gente no sabe es que al decidir migrar y reescribir la historia, se tiene que lidiar con innumerables situaciones que no estaban planeadas.
Verónica Martínez salió de Puebla, México, para reunirse con su esposo Luis Martínez en 2003. Con el corazón destrozado, tuvo que dejar a su hijo mayor para empezar a construir su futuro al otro lado del río. En los primeros días fuera de su hogar, pensó que no sería capaz de soportar el dolor de haber dejado a su hijo y a su madre.
La tristeza invadió su vida, la depresión la abordaba día y noche, y la suerte de conseguir trabajo se esfumaba entre las manos de los dos mexicanos. Sin embargo, después de tres meses, nació una luz de esperanza que no los dejaba amilanarse por completo: un nuevo ser crecía día a día en el vientre de Verónica, y simultáneamente iban superando el dolor de tener a su hijo lejos.
Así pasaron los meses y, antes de la llegada de Monserrat, pudieron traer a Luisito a Estados Unidos. Ahora sí, Verónica se sentía realizada. La situación económica no era la mejor, pero su hogar poco a poco iba tomando más solidez. Ella y su compañero de vida luchaban cada vez más con trabajos y esfuerzos incansables.
Así inicia la historia de Verónica, una mujer sensible, solidaria y generosa que narra su trayectoria después de pasar 20 años en Wisconsin, Estados Unidos enfrentando las ‘duras y las maduras’. “En esos primeros años la pasé muy mal. Me quería regresar a México, sufría por mi hijo y adelgacé demasiado. Mi esposo me animaba a quedarme y esperáramos a que naciera Monserrat. Así fue, trabajamos mucho para traer al niño y ya estuvimos los cuatro”, cuenta Verónica.
Conseguir empleo en Estados Unidos puede ser sencillo para algunos, no obstante, para otros puede tardarse un poco más o simplemente no contar con la misma suerte. Al principio, la pareja de mexicanos tuvo que enfrentarse a dificultades para conseguir trabajo, llegando incluso a aguantar hambre y buscar por doquier más oportunidades de empleo para pagar, al menos, la renta.
Meses más tarde, se reubicaron de Racine a Baraboo, donde Verónica encontró su primer empleo en un McDonald’s y Luis también se posicionó en dos sitios en Wisconsin Dells. “Tres años más tarde, mi esposo Luis y yo trabajamos juntos en un hotel, en Wisconsin Dells, él en la cocina y yo en la lavandería. Desde entonces nunca hemos dejado de trabajar juntos. Yo me dediqué a vender joyas y ahí empecé con mi primer emprendimiento. Mi esposo siguió con sus dos trabajos, progresamos lentamente pero seguros, compramos nuestro primer carro, a mi esposo lo ascendieron de puesto y le subieron el sueldo”, comenta Verónica.
Innovación en productos y recetas auténticas
Sin embargo, los dos mexicanos empezaron a ver que contaban con unos buenos ahorros para invertirlos en algún negocio. Durante el tiempo que trabajaron juntos, se dieron cuenta de que muchos hispanos, americanos y turistas preguntaban por restaurantes mexicanos en la zona y no había ninguno auténtico. Con esto les surgió la idea de abrir uno.
Todo estaba proyectado para que el restaurante de esta familia trabajadora y disciplinada abriera su nuevo negocio en Wisconsin Dells. Sin embargo, los planes cambiaron en el camino cuando Luis le contó sus planes a uno de sus amigos. Este amigo, que tenía un dinero de una liquidación, pidió a la familia mexicana que lo dejara unirse a su proyecto. Pese a algunas diferencias, Verónica y Luis aceptaron, y en 2009 abrieron las puertas de Águila Real Mexican Restaurant, en Prairie Du Sac, Wisconsin, una ciudad diferente de Wisconsin Dells.
El Águila Real, más que un restaurante, fue una escuela de aprendizaje intensivo de todos los errores que no se deben cometer en una empresa. Por diferencias y desconocimiento, la sociedad se diluyó y cada quien tomó su propio rumbo. Aunque el proyecto no duró ni un semestre, fue tiempo suficiente para forjar una valiosa experiencia. “Una de las experiencias más importantes fue el día de la apertura. Decidimos regalar tacos, dos por persona. ¡Dios mío! Se llenó el restaurante, toda la gente esperando, a unos no los atendimos y a otros no les cobramos. Fué un desastre”, manifestó Verónica.
También tuvieron lecciones con los impuestos, ya que a pesar de haber proporcionado una dirección, no recibían la correspondencia, acumulando una deuda exorbitante que les causó estrés, ansiedad e incluso enfermedades. “Hasta me dio una enfermedad, le llaman urticaria del estrés porque cuando yo me enteré de esto dije, ‘¿cómo vamos a pagar 10,000 dólares de penalidad no más, aparte de intereses y aparte los impuestos de ventas?'”, explicó Verónica.
Martínez destaca la importancia de elegir con cuidado a las personas con las que te asocias: “Tenemos que encontrar las personas adecuadas porque no vale la pena tampoco perder la amistad o familiares por dinero. Está bien estar en el mundo de los negocios, pero uno también tiene que ser buena gente y tener metas en común.”
Dos años más tarde, después de superar esa lección de vida, lograron obtener el alquiler de un lugar en Wisconsin Dells. “Cuando nació San Antonio Mexican Restaurant, pensé en mi familia. Yo quería estar al lado de mi esposo y mis hijos porque no vinimos a Estados Unidos a estar trabajando y no vernos nunca. Necesitamos trabajar, pues qué mejor que sea trabajando en nuestro propio negocio. El día que podemos cerramos y compartimos todos”, puntualizó Verónica.
“Era difícil porque no sabíamos que con un ITIN podíamos tener un negocio, más el idioma, la cultura y sus leyes. Yo creo que todos los inmigrantes que venimos aquí cargamos con ese miedo, pero lo importante es vencerlo, informarse y conocer los procesos”, insistió Verónica.
Así se ha consolidado este negocio familiar que en su nombre hace honor al pueblo de Verónica. San Antonio es el patrón de aquellos que buscan el amor verdadero, y al parecer, esta familia lo encontró hace rato y sigue encomendando sus planes y proyectos para sacar adelante a su familia y ayudar a aquel que lo necesite.
Además de las experiencias anteriores, Verónica ha tenido que capacitarse en finanzas y administración de negocios, ya que, aunque lo estudió en México, las condiciones en Estados Unidos son diferentes y es necesario conocer las reglas del juego para no cometer errores irreparables en el futuro.
A pesar de los desafíos del idioma y el tiempo, que en ocasiones han jugado en su contra, Verónica asegura que lo más importante es tener certeza de los objetivos que se quieren cumplir. No hay nada fácil, pero los sueños se cumplen “y más en un país como Estados Unidos, donde hay oportunidades para todos”.
Verónica ha sido una mujer resiliente y empoderada que, con esfuerzo y dedicación junto a Luis, su esposo, ha sacado adelante su hogar. Ha encontrado en el camino personas que la han ayudado, como funcionarios de la Cámara de Comercio, agentes de bienes raíces y su banco, donde realiza sus créditos y transacciones. Sin ellos, el camino habría sido mucho más difícil.
Verónica entiende lo que significa aguantar hambre o rebuscar un centavo para pagar algún lugar donde pasar la noche. Conoce las inclemencias del clima en Wisconsin y las barreras del idioma para los hispanos. Es por eso que, cada vez que puede, extiende una mano a quien lo necesite, invitando a la comunidad a no tener miedo y a hacer las cosas con decisión y con el corazón.
“No tengan miedo a perder, todos pueden volver a empezar, no pasa nada mientras uno tenga vida y salud. Nosotros hemos caído y nos hemos levantado. Además, estamos en este país donde sí hay oportunidad de vivir mejor.”
San Antonio Mexican Restaurant es un lugar de mexicanos para el mundo. Si alguien quiere probar la auténtica comida mexicana en Wisconsin Dells, como tacos, sopa de mariscos, menudo, tamales, mole poblano y otras delicias, debe acercarse a 742 Eddy St, Wisconsin Dells, WI 53965.
Además de su amplio menú, San Antonio Mexican Restaurant ofrece la Margarita más grande de todo el Midwest, de seis litros, y la bebida cantarito, que se sirve en un rústico cántaro de barro de trece litros.
En San Antonio Mexican Restaurant, los comensales encontrarán antojos hechos por mexicanos, pero también se darán el lujo de ser atendidos por un personal que trabaja con pasión y amor por lo que hacen. Tienen un ambiente muy agradable, te hacen sentir como en tu casa, te celebran tu cumpleaños y tu aniversario a lo grande. San Antonio Mexican Restaurant es un pedacito de México en el corazón de Wisconsin Dells donde Verónica y Luis cada vez que van a su país, traen nuevas ideas y artículos artesanales auténticos. Es por ello que están regularmente innovando y actualizando sus menús.
Verónica y Luis adecuaron un edificio que obtuvieron con el sudor de la frente para que sus empleados residan ahí y puedan tener más facilidad en los desplazamientos. Son 15 cuartos donde viven sus empleados. Su misión es seguir facilitando la vida de sus colaboradores y darles buenas condiciones para que sigan surgiendo y progresen a su lado. Este gran logro lo alcanzaron gracias a la relación que han construido con el banco.
Y es que para nadie es un secreto que obtener un buen crédito no es tarea fácil. Algunos, por temor, prefieren no endeudarse. Otros se endeudan y el desorden en las finanzas impide el cumplimiento de lo pactado y hace que pierdan su adquisición y dañen su crédito.
Sin embargo, la experiencia de Verónica y Luis es un claro ejemplo de que la relación con las entidades financieras es un paso importante para todo aquel que quiere ser emprendedor. No todo el mundo tiene un capital sólido para iniciar un negocio, por eso se acude a los bancos. La clave está en el ahorro, la disciplina y el orden.
El mensaje final que Verónica y Luis extienden a todo hispano que quiere incursionar en el mundo de los negocios es que no teman y crean en que pueden lograr las cosas y hacer sus sueños realidad.
La Cámara de Comercio Latina de Wisconsin trabaja para apoyar la creación y crecimiento de negocios en el estado de Wisconsin.
Ofrecemos asesoría individual para la creación de nuevos negocios, o asesoría de negocios para mejorar el rendimiento y crecimiento de su empresa. Creación de redes de profesionales y dueños de negocio que le ayudarán a construir una red de contactos para generar oportunidades tanto de negocio como laborales. Formación integral, como, cursos, talleres, capacitaciones y clases de negocios para mejorar y aprender sobre regulaciones, requisitos, leyes y herramientas de negocios.
Los servicios que ofrecemos son sin costo para usted, gracias al apoyo de fondos del Departamento de Administración (DOA Funds).
Para más información, visite el sitio web. www.lccwi.org