El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha autorizado actividades de vigilancia sobre Siria en el marco de la lucha contra Estado Islámico (EI). La iniciativa, posible precursora de ataques aéreos, consistirá inicialmente en vuelos de reconocimiento tanto tripulados como sin piloto.
La medida ha sido filtrada por el Gobierno norteamericano a varios medios y supone la confirmación de acciones en Siria. El lunes, Obama se reunió con su secretario de Defensa, Chuck Hagel, y con otros asesores para analizar opciones, aunque públicamentela Casa Blanca ha negado cualquier acuerdo en firme.
Las fuentes citadas por ‘The New York Times’ hablan de una combinación de equipos aéreos para vigilar las actividades de Estado Islámico en Siria. Entre las aeronaves figurarían ‘drones’ y posiblemente aviones espía U2, según la orden que habría aprobado Obama el pasado fin de semana.
La presión al presidente Obama es fuerte. El diario The Washington Post pidió este martes en un editorial que EEUU envíe soldados a Siria: “Los extremistas tratan a Irak y Siria como si fueran una misma área de operaciones y Estados Unidos debe hacer lo mismo. (…) Ninguna aproximación seria -a la amenaza del EI- puede centrarse sólo en Irak como Estados Unidos ha hecho hasta ahora”.
Frente a esa oferta, la portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Jen Psaki, insistió en que esta concesión de Damasco no significa que ambos países se hayan aliado, y acusó al régimen de Al Assad de ayudar al fortalecimiento de EI por no frenarlos en el contexto de la Guerra Civil que vive el país.