Querida comunidad,
Hoy nos dirigimos a ustedes con un sentido de urgencia y determinación, impulsados por la preocupación y el compromiso con los derechos humanos de nuestros hermanos y hermanas latinos. La caravana “Todos somos Texas” ha iniciado su travesía desde San Diego, y su destino final es el capitolio estatal en Austin, Texas, el próximo 7 de diciembre. Esta manifestación no es solo un acto simbólico, sino un llamado a la resistencia contra las leyes antiinmigrantes que amenazan no solo a los residentes de Texas, sino a todos nosotros como comunidad latina.
En el corazón de esta movilización está la SB 4, una ley que criminalizará cruzar ilegalmente la frontera de México a Texas, otorgará poderes amplios a la policía para arrestar a los inmigrantes indocumentados y obligará a un juez estatal a ordenar la salida de personas hacia México en lugar de llevar a cabo un debido proceso legal. Este acto legislativo, firmado por el gobernador Greg Abbott, representa una de las leyes antiinmigrantes más radicales jamás aprobadas, alimentada por agendas vinculadas a la supremacía blanca y el neonazismo.
La caravana busca no solo expresar su rechazo a estas medidas, sino también instar a la comunidad a unirse en un boicot contra el estado de Texas. Entendemos que estas leyes no solo son una amenaza para nuestros derechos fundamentales, sino que también socavan los principios de equidad y justicia que todos valoramos. La unidad en esta resistencia es esencial para enviar un mensaje claro: no toleraremos la discriminación y la criminalización de nuestra comunidad.
Este movimiento va más allá de las fronteras de Texas; es un llamado a la acción para todos los estados que puedan considerar leyes similares. La migración es un asunto federal, y no podemos permitir que los estados tomen decisiones que afecten la vida y los derechos de quienes buscan una vida mejor en este país. La SB 4 no solo amenaza a los inmigrantes, sino también a los trabajadores humanitarios y a aquellos que buscan brindar albergue y apoyo a quienes lo necesitan desesperadamente.
Es imperativo que recordemos que la resistencia no es solo contra los gobernadores republicanos, sino también contra la inacción de aquellos que prometieron una reforma migratoria. El presidente Biden y los demócratas deben cumplir su compromiso de promover políticas inclusivas y justas, respetando los derechos humanos y reconociendo la invaluable contribución de los inmigrantes a nuestra nación.
La caravana “Todos somos Texas” es un símbolo de apoyo inquebrantable a nuestros hermanos y hermanas migrantes. No permitiremos que el racismo divida a nuestra familia texana ni a ninguna comunidad latina en este país. Unámonos en esta lucha, resistamos cualquier intento de cerrar puertas a la esperanza y al progreso, y exijamos una reforma migratoria integral.