Por La Comunidad News Online
Madison.– En un acto solemne lleno de fe y emoción, familiares, amigos, autoridades locales y miembros de la comunidad se congregaron el sábado 21 de diciembre en City Church de Madison para despedir a Rubi Patricia Vergara, víctima del trágico tiroteo ocurrido en la escuela cristiana Abundant Life. La ceremonia religiosa, que comenzó a las 11:00 a.m., estuvo marcada por un profundo simbolismo y una masiva asistencia que reflejó el impacto de esta tragedia en la ciudad.
Entre los asistentes estuvieron figuras como Satya Rhodes-Conway, alcaldesa de Madison, y John F. Barnes, jefe de Policía de la ciudad. La iglesia, decorada con adornos navideños, se llenó de personas que acudieron a rendir homenaje a Rubi, cuyo ataúd, adornado con rosas rojas y flores blancas, permaneció en el altar durante la misa oficiada por el pastor Tom Flaherty.
En su homilía, el pastor destacó el mensaje de esperanza cristiana en la resurrección y la vida eterna. “Aunque su cuerpo descansa en la tierra, su espíritu está ahora con Dios”, expresó, alentando a los presentes a encontrar consuelo en la fe.
Una vida llena de talento y alegría
Rubi Patricia, de 14 años, era una niña talentosa que tocaba el piano, cantaba, tejía a crochet y amaba la pizza de masa gruesa. Durante el servicio, sus familiares y amigos recordaron momentos especiales de su vida, destacando su fe cristiana y su capacidad de iluminar las vidas de quienes la rodeaban.
Andy Remus, tío de Rubi, agradeció a la comunidad de Madison por su apoyo incondicional en medio del dolor. “Mi familia no es nadie en esta ciudad, pero fuimos tratados con una compasión que nunca olvidaremos”, dijo emocionado.
Una tragedia que dejó huellas profundas
Rubi fue una de las dos personas asesinadas el lunes 16 de diciembre en un ataque perpetrado por Natalie “Samantha” Rupnow, una estudiante de 15 años que abrió fuego en un aula antes de quitarse la vida. El ataque también dejó seis personas heridas, dos de ellas en estado crítico.
Las investigaciones preliminares revelan que Natalie, quien utilizaba el alias “Samantha” en redes sociales, enfrentaba problemas emocionales profundos, marcados por el bullying, conflictos familiares y aislamiento social. Se presume que dejó un manifiesto que arroja luz sobre sus pensamientos y motivaciones antes del ataque.
Apoyo y solidaridad comunitaria
La comunidad de Madison respondió al dolor con actos de solidaridad. La funeraria Gunderson y el cementerio Roselawn donaron sus servicios para el sepelio de Rubi. Por su parte, el gobernador Tony Evers ordenó que las banderas en el estado ondearan a media asta en su memoria y visitó a la familia Vergara antes del servicio.
A la par, vigilias organizadas frente a la escuela reunieron a residentes que encendieron velas y dejaron flores como homenaje a Rubi y a Erin M. West, maestra también fallecida en el ataque.
Un llamado a la oración
En el servicio, se pidió una oración especial por Samy, uno de los heridos que permanece hospitalizado en estado crítico. Su familia solicitó privacidad y fe en su recuperación.
La tragedia ha dejado a Madison profundamente conmocionada, pero también unida en su dolor y esperanza. La misa en honor a Rubi Patricia Vergara no solo celebró su vida, sino que también recordó a todos la importancia del amor y la compasión como pilares para enfrentar la adversidad.