Según información nacional, el Departamento de Justicia dio un “ultimatum” a cuatro de las principales ciudades santuario en Estados Unidos Chicago, Nueva Orleans, Nueva York y Filadelfia ofreciéndoles una “última oportunidad” para demostrar que apoyan a las autoridades federales de inmigración. De no hacerlo perderán millones de dólares en ayuda fundamental para combatir el crimen, dijo el fiscal general Jeff Sessions.
“Las jurisdicciones que adoptan las llamados ‘políticas de santuario’ también adoptan la percepción de que la protección de los extranjeros criminales es más importante que la protección de los ciudadanos respetuosos de la ley y del Estado de Derecho,” añadió el fiscal general Jeff Sessions en su comunicado.
Sessions se ha comprometido repetidamente a retener fondos federales para la seguridad pública de las ciudades que no cooperen, y su amenaza de este jueves es el último esfuerzo por intimidar a estas ciudades que han decidido limitar la cooperación con agentes federales de inmigración.
El Departamento de Justicia envió las notificaciones este jueves dejando claro que es la última oportunidad de estas ciudades para cambiar de rumbo.
Por su parte los alcaldes de Chicago y Nueva York se han comprometido a proteger a sus respectivas poblaciones inmigrantes de la recia e indiscriminada aplicación de la política migratoria del gobierno de Trump, asegurando que los inmigrantes son parte crucial en el trabajo de las autoridades locales para resolver crímenes.