Por Kristina Marie Fullerton
Devin y yo terminamos allí casi por casualidad. Fue una de las pocas fiestas públicas a unos pasos de distancia de nuestra casa, y fue curioso como seria desde que mucho de las noticias se ha centrado acerca de la contienda entre Trump y el Partido Republicano.
Poco después de que llegamos, Fox News declare que Trump ganó Wisconsin — la primera vez que un candidato presidencial Republicano, ha ganado el estado desde 1984. La gente en el salón cantaba: “Trump! Trump! Trump!” Yo me empecé a asustar. Minutos después perdí de vista a Devin, y sentí que no podía respirar.
Pero entonces conocí a una mujer muy amable de Dodgeville, cuya vida gira alrededor de rezar y proporcionar cuidados, porque después de cuidar a su madre y esposo cuando estaban muriendo, ella se dio cuenta que tenía un llamado. Hablando con ella se sintió tan normal, que casi se me olvidó donde estaba. Ella nos dio a Devin y a mi consejos acerca de ayudar a la gente que amamos si ellos alguna vez desarrollan demencia, y habló acerca de unirse al Partido Republicano después de visitar el Capitolio para rezar con el cura desde su iglesia, durante las históricas protestas de Wisconsin. Fue difícil para mí imaginar a esta amable señora con el cabello gris votando por Trump, pero mirando los resultados de la elección, ella pareció estar genuinamente feliz.
“Ha visto alguna vez la película “La Liga de Ellos”? Preguntó ella.
Nosotros sacudimos nuestras cabezas.
“Cuando vayas a casa tienes que mirar a la escena donde el actor Tom Hanks dice: “Vamos a ganar! Vamos a ganar. Lo tenía jugando en mi mente toda la semana pasada, y no supe que era acerca de Trump o sus hijos.” Ella pone su mano sobre su corazón, “quién hubiera podido pensar que serían ambos.” No pareció irónico para ella que la película que ella referenció para celebrar la victoria de Donald Trump sobre Hillary Clinton fue acerca del triunfo de un equipo de mujeres.
Ella nos dio su tarjeta en caso de que nosotros alguna vez queramos hablar acerca de cuidados. En el frente tenía un símbolo de la paz cargando una mata de oliva; el símbolo Cristiano de la paz.
La fiesta fue en el salón de baile de un hotel, y a la mitad de la noche nos echaron. Al comienzo de la noche había aproximadamente 70 personas, y cerca de 25 de nosotros terminamos observando los resultados de las elecciones en el bar del hotel, rodeados por huéspedes del hotel. Con los pocos que hablé me dijeron que estaban en la ciudad por varias conferencias profesionales.
Un hombre que parecía muy joven se sentó a mi lado, y me preguntó de dónde había salido toda esta gente; yo le expliqué que nosotros veníamos de una fiesta de elección en el piso de arriba. “Por Trump?” el preguntó, gesticulando hacia uno de los pocos hombres de color usando un botón de “TRUMP” en su chaqueta. Yo asentí.
Él explicó que él había estado en una fiesta en el bar en el piso 12, donde todos estaban ocupados hacienda apuestas.
Le pregunté a quien le apostara, y me dijo que él no apostaba, y que si lo hiciera, no sería por Trump.
“Quiero decir, yo voté por él, pero realmente no pensé que ganaría”
El explicó que estaba en la ciudad para un entrenamiento de ingeniería eléctrica, y no había decidido como cuadrar su voto antes de llegar a Madison.