Por Gerardo Vargas
Los repetidos insultos y amenazas del Presidente norteamericano Donald Trump hacia México decantaron los votos sobre el candidato que el pueblo consideró más equipado para enfrentar la política Trump. Andrés Manuel López Obrador [AMLO] exponente de la Izquierda Mexicana ganó la presidencia con un 53% del total de votos, dejando el restante 47% para los otros tres contendientes.
Durante su campaña AMLO navegó con una bandera de paz y fraternidad, ya como Presidente Electo atendió con diplomacia y cordialidad la comunicación Telefónica que le hizo el Presidente Trump. Sin embargo, en su primer mensaje a la nación mexicana como candidato triunfador dejó claro que su compromiso es con los pobres, con sus electores, no con los poderosos. En la medida en que el Presidente Trump persista en insultar a México y a su Presidente en turno, como ya lo hizo en el pasado, las relaciones entre ambos países serán extraordinariamente tensas. El aguerrido AMLO del pasado no es el mismo que atendió la llamada del Señor Trump y si lo buscan ahí estará.
El Proyecto de nación de AMLO para reivindicar a los mexicanos inevitablemente alterará la insana relación bilateral vigente y así como los intereses estadounidenses, de tal manera que el “Muro-Trump” y las desavenencias sobre migración serán “peccata minuta”, pues los problemas estructurales de México residen en la draconiana relación que mantiene con EU.
AMLO llega a la Presidencia de México con la más amplia legitimidad derivada de los votos, con el apoyo del México Bronco, con el control de las dos Cámaras del Congreso Mexicano y el reconocimiento de los líderes mundiales a su amplio triunfo democrático. Para posicionares en el contexto internacional habría de ir por el mundo a estrechar las manos que se le han tendido: China, Rusia, Corea del Sur, Japón, Europa e Inglaterra, sin olvidar a Canadá y los países al sur del Río Suchiate.
Sólo cuando México haya tendido los puentes que le permitan diversificar su comercio internacional y cuente con un espectro de opciones para sustituir cada rubro de la insana e intrincada relación que hoy mantiene con EU, estará en condiciones de iniciar negociaciones con el Presidente Trump.
AMLO cometería un grave error si acuerda, en primer término, con el Presidente Trump. Porque el Señor Trump ha mostrado desprecio por los dirigentes educados y hospitalarios como el mexicano Peña Nieto o el canadiense Justin Trudeau, a quienes fue a insultar a su propia casa. Porque se ha mostrado humilde y conciliador frente a los líderes que se conducen desde una posición de fuerza como el norcoreano Kim Jong-Un. Porque las negociaciones entre AMLO y TRUMP serán ríspidas y largas, muy largas.
Entre los problemas que en una negociación México-Estados Unidos habría que poner sobre la mesa, [si AMLO atiende su compromiso con los mexicanos] destacan los siguientes:
MIGRACION. México gasta más en pagar intereses a EU por concepto de deuda externa que en inversión. Esta es la causa principal de la pobreza en México y la pobreza es causante de la migración a EU. Adicionalmente, miles de fábricas de capital estadounidense repatrían sus ganancias y no invierten en infraestructura para los obreros que les genere riqueza. Sin desconocer que la migración es inherente a la naturaleza humana. Estados Unidos es el responsable de que mexicanos migren a su territorio [no se es ilegal en un territorio robado]. La migración de centroamericanos a EU. no es responsabilidad de México: AMLO no fue electo Presidente para detener a los centroamericanos que se dirigen a la frontera norte, ni para hacerle el trabajo sucio a EU.
VIOLENCIA. México no tiene fábricas de armas y cada año decenas de miles de personas son asesinadas en México con armas que ingresan desde Estados Unidos: EU provoca violencia, muerte y migración en México.
NARCOTRAFICO. El narcotráfico es el principal detonante de la violencia y en menor medida de la migración. Si no hubiera adictos ni distribuidores al menudeo en las ciudades de EU. no habría trasiego de drogas de México a EU.
GUERRA COMERCIAL. Los aranceles al aluminio y al acero que EU impone a México y al mundo es la respuesta a un problema interno de déficit presupuestal. La balanza del comercio internacional es desfavorable a EU porque sus trabajadores están sobre pagados. Mientras un obrero de la industria automotriz de EU cobre 30 dólares la hora y en México o Chiapas se haga el mismo trabajo por tres dólares la hora, la balanza comercial de EU será desfavorable, su déficit presupuestal continuará y seguirá requiriendo préstamos a China para financiar su ficticio “modo de vida americano”. Este es un ejemplo claro de como EU. culpa al mundo de sus problemas internos.
Si el nuevo presidente de México quiere en verdad cumplir sus compromisos con el pueblo que lo eligió debe resolver estos problemas en su origen, mismos que se han creado y fortalecido de la relación tóxica que ha mantenido con EU. y exigen redefinir la relación bilateral.
EU. ha dejado de ser confiable para México y para el mundo. Sin importar el resultado de las negociaciones entre México y EU, AMLO habría de proteger a los mexicanos del gobierno del Señor Trump, pues no hay ninguna garantía de que el Presidente Trump cumpla con lo que acuerde [como ya se ha visto], o que después de él no venga otro igual o peor.
El Proyecto de nación de AMLO exige reinventar México y posicionarlo en un nuevo contexto mundial, tan lejos de Estados Unidos como sólo el MURO-TRUMP puede lograrlo.