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Madison, WI – A pocos días de su partida hacia Seattle, el jefe de policía de Madison, Shon Barnes, destacó el legado que deja tras cuatro años al frente del Departamento de Policía de Madison (MPD), al que calificó como “el mejor departamento de policía del estado” y un referente a nivel nacional.
En una entrevista con Cap Times, Barnes comparó su gestión con “caminar sobre un lago Monona congelado”: un desafío constante, pero también “el trabajo más gratificante que una persona podría pedir”. Durante su tiempo en Madison, implementó estrategias basadas en la vigilancia comunitaria y el uso de datos para mejorar la seguridad, además de fortalecer la relación entre la policía y la comunidad.
Uno de los logros clave que Barnes destacó fue la reducción del crimen en la ciudad, asegurando que “algunas cifras de delitos están en su punto más bajo en más de una década”. También enfatizó la importancia de la confianza y la proximidad con la comunidad: “No se pueden establecer relaciones durante una crisis. La comunidad quiere saber quiénes somos y nosotros debemos estar presentes”.
El jefe de policía saliente también abordó el desafío de la retención de oficiales, señalando que iniciativas como el programa de pasantías han sido clave para atraer nuevos talentos al MPD. Además, resaltó el impacto de su liderazgo como hombre negro en un puesto de alto mando dentro de la policía, afirmando que su perspectiva ha sido valiosa pero que “cualquiera puede practicar la empatía y ver la humanidad en los demás”.
Con su partida, el liderazgo del MPD quedará en manos del jefe interino John Patterson, quien asumirá el cargo en un momento de transición para el departamento. Barnes, por su parte, se muestra entusiasmado por el reto que representa dirigir la fuerza policial de Seattle, pero deja un mensaje claro para la comunidad de Madison: “La fortaleza de esta ciudad radica en su capacidad de unirse. Si nos mantenemos unidos, no hay nada que Madison no pueda lograr”.