“Guillermo Ramos, el abogado que desafió el cambio radical, superó barreras idiomáticas y hoy lidera la primera distribuidora mexicana en Wisconsin, ofreciendo más de 170 especias y aguas frescas, demostrando que la perseverancia y la humildad son la clave del éxito.”
“La carga hace andar el burro”, esto es lo que asegura Guillermo Ramos, el dueño de una compañía que ha pasado las ‘duras y las maduras’ para lograr posicionarse en un mercado que no conocía, un emprendimiento en el que muchos no creían. Una historia de tesón, disciplina y constancia; ejemplo para todo aquel latino que quiera arriesgarse y ser su propio jefe.
“La presión es lo que nos hace avanzar, la necesidad es la madre de las inventivas, por eso es que nosotros en México necesitamos tener esa presión, si tienes tu sueldo dices voy a quedarme aquí en mi trabajo, mientras que con un negocio te exiges y es algo muy maravilloso”, dice Ramos.
Guillermo nació en Durango, México, decidió dejar su carrera de abogado y arriesgarse a venir a Estados Unidos buscando un mejor porvenir. Acompañado de su esposa y, en ese entonces, sus dos hijos, inició laborando en el departamento de limpieza de un hospital, trabajó en una carnicería y después logró posicionarse en una compañía de ventas.
El mexicano explica que “fue un cambio muy radical. Era pasar de haber trabajado en una oficina como abogado a venirme aquí a trabajar en limpieza. Entender que ya no soy abogado, ni soy fulano de tal, sino una persona como todos aquí. Fue un proceso difícil, necesitaba dejar mi ego y enfrentar la nueva realidad con humildad. Eso mismo fue lo que me generó un pronto deseo de superarme en este país”.
Ramos reitera la importancia de abandonar el ego porque, aunque en esta tierra nos encontramos con muchas personas que tienen un nivel de profesión alto, a la final todos son medidos con el mismo racero, nos tratamos de la misma forma sin importar a qué nos dedicábamos en nuestros países de origen y nuestro propósito es tener una mejor calidad de vida.
“Acá nos reconstruimos. Debemos desaprender cosas, desde la comida, nuestra cultura, la manera como nosotros nos conducimos, no solamente con nuestra comunidad sino conducirnos con tanta variedad, aquí hay desde salvadoreños, guatemaltecos, hondureños de muchas partes, entonces, no solamente es dejar el ego sino también desaprender todo lo que volvemos a hacer para aprender algo nuevo y construirnos desde una base y ser mejores personas cambiando los roles”, asegura el mexicano.
Igualmente, manifiesta que otra de las situaciones complicadas que enfrentó al inicio fue el idioma, “me gusta comunicarme y esa barrera me generaba ansiedad, no poder expresar o decir lo que yo quería era frustrante. Un cambio muy grande de haber estado trabajando en oficinas gubernamentales a llevar otro ritmo de vida”.
Guillermo Ramos, le contó a La Comunidad News que uno de los momentos que lo marcó y le dio más impulso de seguir trabajando fue una vez cuando fue al estadio con su esposa y sus hijos porque les habían regalado unos boletos. Uno de los niños tenía sed, pero, el hombre no tenía qué darle de beber, dicho momento quedó registrado en una fotografía de su hijo llorando “esa fue una de las mayores cosas que me motivó en la vida, ver esa foto que guardo con cariño y dolor”.
Reconstruyendo una vida nueva
Guillermo completa 12 años viviendo en Milwaukee, ya tiene cuatro hijos y su lucha continúa. El último empleo que consiguió, sin tener nada de experiencia fue como locutor y productor radial. Allí permaneció dos años y extendió su red social, conoció personas de muchos lugares y amplió tanto su panorama que entre charlas con amigos y conocidos se planteó la posibilidad de ser su propio jefe.
En el 2013, materializa aquello que parecía un sueño. Renuncia a la estación de radio e inaugura Catrina de Villa, una empresa dedicada a comercializar aguas frescas, carne seca y especias, tales como, ajo en polvo, pimienta negra molida, comino, chile (polvo, guajillo, de árbol y ancho).
Aunque la esencia de dicho distribuidora continúa, su nombre cambió y hoy en día se llama Casa Ramos, la decisión responde a que era más conocido como la casa del señor “Ramos”, ofrecía mayor recordación y se ha ido posicionando entre propios e hispanos que más que sus clientes son una gran familia que ha depositado su confianza en este sueño.
Casa Ramos es la primera distribuidora mexicana en Wisconsin y “es la parada perfecta para encontrar especias y otros productos hispanos, con precios justos a la hora que el restaurante u operador de alimentos lo necesite porque contamos con una prestación del servicio las 24 horas del día, los siete días a la semana”.
Al principio, esta idea parecía imposible de cumplir. El desconocimiento en los requisitos, las licencias, los permisos, el dinero, las personas mal intencionadas e incrédulas que desconfiaban en que un negocio como estos podría funcionar en Wisconsin, nadie creía, “excepto mis padres, mi esposa y dos personas que fueron fundamentales en este proceso”.
Tener un soporte familiar ha sido crucial en la vida de los Ramos, “fue honestamente un comienzo muy difícil. Es tocar puertas, persistir y aprovechar la oportunidad que te dan para demostrar que lo que tu ofreces es trabajo honesto”. “Mi esposa Abby Ramos ha sido y sigue siendo un apoyo principal en la buenas y malas y ella siempre a estado ahi a pie de cañon” enfatizó Ramos.
Guillermo cuenta que su papá le enseñó su parte comercial, pero asegura que la primera persona que lo respaldó después de su familia fue Miguel Garza, un hombre que confió en él desde el primer momento y la única condición que le puso para ayudarlo económicamente fue hacer lo mismo con alguien que lo necesitara en un futuro.
“Él me dio una empujadita con capital y con confianza. Sin conocerlo, me ayudó y afortunadamente hemos podido ayudar a mucha gente que viene con una mano adelante y otra atrás. Para mí no tiene precio agradecerle, es una persona exageradamente generosa”, puntualizó Guillermo.
En este camino, Guillermo ha encontrado personas a las que recuerda con cariño y agradecimiento. Ha ido aprendiendo lentamente y explica que sus clientes son sus amigos también que compraban pequeñas cantidades de productos y que ahora son fieles a él.
“Fue un reto que la gente volteara a ver a un pequeño proveedor y lo que hicimos fue conquistar con servicio y calidad, pero ‘fue picar piedra’, insistir y no tener ese miedo a la frustración, te van a decir mil veces no, pero dices bueno de esas mil veces, posiblemente uno me vaya a decir que sí”, asegura.
Durante este recorrido el empresario y abogado manifiesta que ha ido entendiendo la importancia de capacitarse y para eso acude a la Cámara de Comercio que le ha dado la oportunidad de sentarse con personas que son representantes de nivel federal, estatal y municipal que, permite tener un mejor panorama de cómo expandirnos y seguir creciendo.
Las personas pueden hacer sus pedidos de pulpa de fruta y Casa Ramos les provee la máquina si no cuenta con los recursos necesarios. Además esta compañía brinda asesoría respecto a los productos que cada cliente necesita porque conoce el origen y los componentes. Más que un producto es un estilo cercano de impulsar las raíces latinas.
“Nosotros estamos siempre disponibles y buscamos alternativas para que los clientes puedan ganar. Les va bien a ellos, me va bien a mí. Nosotros somos proveedores de aguas frescas. Ese es nuestro mayor negocio. Yo aparte te presto la máquina para que tú prepares el contenido, las máquinas cuestan 1.700 – 2.000 dólares, entonces, es una manera de beneficiarnos todos”.
Casa Ramos ofrece más de 170 tipos de especias y además de las aguas frescas hechas en México, están expandiendo su negocio a la carne seca o conocido también como cecina, un producto típico en la tierra azteca para preparar platillos como la Machaca norteña, taquitos o tlayudas.
A través de La Comunidad News, Guillermo pide “que le den la oportunidad de servirles, si no es lo que buscaban pues tan amigos como siempre, pero que no nos cierren las puertas. Entonces, cuando menos que nos den la oportunidad y si no se da la oportunidad de ser su proveedor que nos den la oportunidad de ser sus amigos”.
Guillermo le habla a la comunidad latina y les aconseja tener humildad siempre, “la humildad es tener los ojos, los oídos y los sentidos abiertos, que siempre hay alguien que te pueda aportar. Entonces eso es muy importante tener esa humildad de decirle que hasta la persona que trabaja en un restaurante como mesero te puede dar un consejo excelente para tu industria por su experiencia”.
Ese es el mensaje que le deja a todos los latinos y se despide diciendo que seguirá trabajando por él, sus hijos, su esposa y su familia y mantendrá su labor para ayudar y, de la mano de Dios, expandirse en todo Wisconsin, Indiana y Florida.
La Cámara de Comercio Latina de Wisconsin trabaja para apoyar la creación y crecimiento de negocios en el estado de Wisconsin.
Ofrecemos asesoría individual para la creación de nuevos negocios, o asesoría de negocios para mejorar el rendimiento y crecimiento de su empresa. Creación de redes de profesionales y dueños de negocio que le ayudarán a construir una red de contactos para generar oportunidades tanto de negocio como laborales. Formación integral, como, cursos, talleres, capacitaciones y clases de negocios para mejorar y aprender sobre regulaciones, requisitos, leyes y herramientas de negocios.
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