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Fue atrasado, llegó tarde pero al fin el senador Bernie Sanders (VT) dijo ‘estoy con ella’ y apoyó de forma explícita a la candidata demócrata Hillary Clinton. Hace más de un mes, Hillary había obtenido suficientes delegados para obtener la nominación presidencial. Pero Sanders, que se mantuvo en una posición anti-stablishment y muy crítico a la campaña de Clinton durante todo el proceso de primarias, decidió que no estaba listo para vender su alma por el momento.
Así que a pesar de que Clinton era la presunta candidata hacía semanas, mucha gente, en especial en Madison seguía “Feel de Bern” y la llama no se apagaba, en especial en barrios como Itsmus, Atwood, Middletown y Fitchburg.
La ilusión de llevar adelante una revolución democrática a través del partido demócrata duró eso sí hasta el martes pasado, cuando Sanders dio oficialmente su apoyo a Clinton. Cosas de la “racionalidad instrumental” o de la “realpolitik”, Bernie Sanders, “el azote de las corporaciones” definió a Clinton como “de lejos el mejor candidato” y “será una presidenta sobresaliente”
La ‘tirada de toalla’ de Sanders, el viejo judío que entusiasmó a millones de jóvenes con su estilo “grumpy” llega Justo a tiempo, porque la Convención Nacional Demócrata se inicia en Filadelfia en dos semanas. ¿Pero que podrán hacer todos aquellos que juraron jamás votar por Hillary? Tienes dos posibilidades: Auto-convencerse que se debe ser realista y comerse sus palabras para sumarse a la campaña y; o seguir perseverando en un cambio desde la irrelevancia política y votar por la candidata alternativa, Jill Stein del Partido Verde de Estados Unidos.
Mientras tanto, Donald Trump, fiel a su estilo conflictivo está en una disputa con la miembro del Tribunal Supremo de Justicia, Ruth Bader Ginsburg. La jueza llamó a Trump un “falsificador”, y Trump respondió diciendo que su “mente se dispara” y que ella debería renunciar.