“Descubre la Historia de Superación y Compromiso de una Mujer Afroperuana que Transforma Vidas en Madison, Wisconsin”
Esta historia contiene 3 partes. Esta es la PARTE 1. Al final de esta historia está la PARTE 2
El reto de una mujer promedio en cualquier parte del mundo y especialmente en Latinoamérica no es fácil en un mundo gobernado por hombres que en ocasiones desconocen su papel protagónico y relevante en la sociedad. La situación se torna aún más compleja cuando además de ser mujer, es afro.
Este es el caso de Guisella Medrano, una afroperuana que creció en una casa modesta con sus padres y sus dos hermanos “aunque todos dormíamos en la misma pequeña habitación nunca sentí que faltara algo. Tenía mucho amor y mis padres y abuelos siempre se preocuparon y trabajaron muy duro para darme una muy buena educación”, explica.
Medrano, narra que desde muy pequeña tuvo en un rincón de su corazón guardada la idea de viajar a Estados Unidos a superarse y perseguir un mejor porvenir. Sin embargo, sus bases académicas se forjaron en el país Inca; comiendo sus platos favoritos: el ají de gallina y la carapulcra, un estofado típico de la gastronomía de Perú cuya base es el cerdo y la papa seca.
Guisella, narra que su niñez y su adolescencia fue una etapa feliz y que gracias a la formación de sus familiares logró construir un carácter recio con el que ha sido capaz de superar desafíos día a día.
Estudió administración de empresas y durante esta etapa académica pudo evidenciar en carne propia el flagelo de la discriminación “fue triste aceptar y darme cuenta que aun siendo buena estudiante se me cerrarán muchas oportunidades y muchas puertas en el futuro por ser mujer afroperuana, por el color de mi piel y por la sociedad en la que viví. Es lamentable admitir que en muchos lugares brindan mejores oportunidades y las personas son valoradas no por sus habilidades o conocimientos sino por su nombre, estatus socioeconómico o su raza”, lamentó.
Durante esta etapa consolidó sus ideales y se convenció aún más de que su futuro lo proyectaba en la tierra del Tío Sam y no en la ‘Ciudad de los Reyes’ (Lima), “ese era mi sueño desde que era pequeña y se hizo realidad. Una de las razones que me motivó a vivir en un país y en una cultura diferente fue terminar mis estudios y convertirme en profesional aquí. Mi otra gran motivación fue ayudar a mi familia en Perú, devolverles algo de lo que sentí que mis padres habían sacrificado por mí”, manifestó Medrano.
Esta profesional de la salud, dejó las bellas playas de Miraflores, en Lima (Perú) para someterse a temperaturas de hasta -30° en Madison, sin embargo, paulatinamente se fue enamorando de la ciudad de los cuatro lagos, hoy por hoy admira el otoño y la transición de colores de los árboles durante cada estación.
El sueño de viajar a Estados Unidos se empezó a materializar cuando la madre de Guisela aprovechó su puesto como cocinera en un convento de las Hermanas Franciscanas de la Caridad, la llevó allí y ellas le patrocinaron el viaje de su vida.
Foto por r M.O.D. Media Productions
“En el momento en que me subí al avión que venía a Estados Unidos supe que sería una decisión que cambiaría mi vida para siempre y, mientras las lágrimas corrían por mi rostro, sabía que pasaría mucho tiempo antes de regresar a casa”, aseguró Guisella quien empezó a trabajar en un asilo de ancianos en Wisconsin.
Las celebraciones con tíos, primos y demás familiares eran cosas del pasado. Con el tiempo se fue acostumbrando a que el tiempo en Estados Unidos vale oro por lo que la puntualidad debe ser uno de los primeros puntos en el orden del día. Entendió que las prioridades y el ritmo de vida cambió, ahora se levanta antes de ir a trabajar para palear la nieve.
El choque en el cambio cultural, el idioma y el clima fueron difíciles, pero no un impedimento para salir adelante y llegar donde está ahora.
“Me identifiqué como afrolatina, madre, enfermera, bailarina, hija, nieta, esposa y defensora de la salud. Poco a poco he ido superándome, inicié con la obtención del título asociado en ciencias de artes liberales en Madison-College, seguido de una licenciatura en enfermería de la Universidad de Wisconsin-Madison y desde que terminé mis estudios, he adquirido una valiosa experiencia en el campo de la salud”, puntualizó Guisella.
Guisella Medrano ha tenido que recorrer un camino con varios palos en la rueda, pero como muchos latinos ha sabido sortear cada dificultad que le ha puesto la vida. Disfruta pasar tiempo en familia, pero también saca tiempo para hacer lo que más le gusta, pintar, bailar y hacer ‘scrapbooking’, una técnica para plasmar a través de recortes, fotografías y materiales de decoración, memorias de momentos mágicos.
Empacar las maletas y coger un vuelo a Estados Unidos sin tiquete de regreso ya es un acto revolucionario que cobra más sentido cuando confiesa que en su lista de reproducción musical están artistas como Concha Buika, Silvio Rodríguez Joaquín Sabina, Pablo Milanés, Billie Ailish, Rubén Blades, Compay Segundo, Susana Baca, Calle 13, entre otros.
Una vez que se graduó como enfermera, trabajó en el Distrito Escolar Metropolitano de Madison brindando atención médica integral a los estudiantes. Más tarde asumió el rol de enfermera escolar principal en One City School en Madison. Fue especialista en recursos bilingües en MMSD, asistente de enfermería certificada en St. Mary’s Care Center, Select Specialty Hospital en Madison, Thedacare y St. Paul Elder Services en Appleton, Wisconsin y hoy es enfermera de Salud Pública en Madison.
Medrano, considera que la vida es corta y que su larga trayectoria cuidando ancianos le ha servido para entender cómo a veces la vejez puede “confinar a las personas a cuatro paredes con algunos o todos los recuerdos desapareciendo”, por eso enfatiza la importancia de vivir cada día al máximo.
“Cada momento tiene un significado y debe aceptarse con todos sus altibajos. La belleza de la vida radica en no centrarse únicamente en el trabajo o el dinero, sino en apreciar a las personas que viajan a nuestro lado y los recuerdos compartidos. Aprender de los demás y compartir nuestras donaciones con los demás es invaluable. La familia, los amigos y la simple presencia de los demás nos recuerdan continuamente el valor de la vida. Es vital atesorar cada interacción y experiencia, ya que en conjunto dan forma a la riqueza de la vida”, puntualizó la afroperuana.
Su disciplina y lucha la posicionan hoy como enfermera en la Salud pública de Madison & Dane en el área de salud sexual y reproductiva y mantiene en alto la bandera que impulsa el deseo de mejorar la calidad de vida de las personas “esta pasión me motiva a trabajar brindando servicios esenciales y educación para promover prácticas seguras y prevenir resultados negativos”.Esta profesional de la salud, se ha ido especializando en Infecciones de Transmisión Sexual. Su propósito es prevenir, capacitar y brindar acceso a atención médica, especialmente a los jóvenes latinos. Si usted quiere conocer más sobre las estrategias que ha diseñado, lea la segunda parte aquí abajo: