Por Rafael Viscarra
Madison. (01/14/21) El partido demócrata y sus representantes a la presidencia del país, durante y después de la campaña presidencial, públicamente prometieron a los votantes, en particular a los latinos promover la reforma migratoria en los primeros cien días de su gobierno, si es que ganaban estas elecciones a su contrincante republicano Donald Trumpo; para dar estatus legal a más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que ya se encuentran trabajando en el país.
A raíz de esta promesa los inmigrantes indocumentados de diferentes países de Asia, Europa, Medio Oriente, Centro y Sud América, bajo el lema de “Todos contra Trum”, se unieron para coadyuvar al triunfo de los candidato del partido demócrata Joe Biden y Kamala Harris, que en efecto ganaron las últimas elecciones y tomarán posesión de sus cargos el 20 de enero de este año en el Congreso de EE.UU. de Norte América.
En cumplimiento de su promesa el presidente electo Biden, durante un discurso pronunciado en Wilmington, Delaware, dijo: “Presentaré un proyecto de ley de inmigración de inmediato y lo enviaré a los comités (del Congreso) apropiado para iniciar el proceso, tan pronto inicie mi gobierno.” De modo que el presidente electo Joe Biden tiene como prioridad la reforma migratoria y adelantó que enviará su proyecto al Congreso apenas comience su administración. Agregó que su plan es revertir las políticas migratorias del presidente Donald Trump.
Expertos, como el Dr. Néstor Castillo y Tom Jawetz, vicepresidente de Política de Inmigración del Centro para Progreso Americano (CAP), coincidieron en señalar que toda acción ejecutiva que el presidente Donald Trump ha tomado puede ser revertida por otra acción ejecutiva del presidente Biden. Agregaron que esas acciones desde el ejecutivo puede ayudar a remodelar el sistema migratorio, incluida “una moratoria de 100 días a las deportaciones.”
Después de los últimos cuatro años, es enorme la tarea de reparar el daño hecho al sistema de inmigración y a las comunidades de inmigrantes. Pero debido a que hay mucho en juego, el trabajo debe comenzar de inmediato y ser sostenido durante la administración entrante, en coordinación con el congreso donde el Presidente electo Biden tiene la mayoría en ambas cámaras.