Desafiante, travieso y aparentemente omnipresente, López dedicó su vida a abogar no solo por los estudiantes latinos, sino también por los estudiantes LGBT, los estudiantes sin hogar, los estudiantes de bajos recursos y aquellos con discapacidades. Como liberal moderado, en ocasiones encontró puntos en común con los conservadores de Madison y brevemente consideró postularse para un cargo más alto.
“Él se preocupaba profundamente por nuestros niños y su futuro, y fue un incansable defensor en su nombre”, dijo Parisi en el comunicado. “En todas las ocasiones en que Juan y yo interactuamos, nunca pidió nada para sí mismo; siempre fue para instarnos a hacer más para ayudar a los demás. Tenemos la suerte de que Juan eligiera Madison como su hogar hace tantos años. Enriqueció nuestra comunidad y brindó oportunidades y avances a innumerables personas”.
“Juan fue un ancla”, declaró Centro Hispano en un emotivo comunicado tras conocer la noticia de su fallecimiento. “Su voz era poderosa, su honestidad inquebrantable y su tenacidad sin igual. Nunca huyó de la lucha por un cambio sustancial, esencial para el avance de la comunidad latina”.
“Con profundo pesar, nos despedimos del espíritu indomable de Juan José López. Juan se mantuvo firme como un pilar de fortaleza. Su voz resonaba con sinceridad inquebrantable, su honestidad se abría paso entre el ruido y su feroz determinación impulsaba su defensa. Nunca se acobardó al abogar por una transformación genuina, un catalizador necesario para el progreso de la comunidad latina. A lo largo de su brillante carrera, en cada faceta de su trabajo, se mantuvo firme en su búsqueda, abogando por la inclusión educativa, resaltando la importancia de invertir en el desarrollo económico y luchando por un mayor acceso a recursos para las familias latinas y los jóvenes profesionales aspirantes. Su impacto no conocía límites”, expresó Karen Menéndez Coller, directora ejecutiva de Centro Hispano.
“En los primeros días en Madison, cuando había unos pocos miles de latinos con grandes necesidades, en Centro, Juan colaboró codo a codo con nuestra estimada fundadora, Ilda Thomas, y su legado perdura en los programas que continúan prosperando en la actualidad. Su dedicación a nuestra organización nunca vaciló. Llevaba con orgullo su condición de ser humano con un sentido resuelto de honor, orgulloso de sus amistades, de aquellos a quienes guió, de su apreciada familia y orgulloso de ser latino en Madison. La comunidad Latina extrañará profundamente a Juan, pero su vibrante energía permanecerá firme a nuestro lado, ahora más que nunca”, declaró Luis Castillo, fundador de la primera iglesia metodista hispana en Madison y uno de los primero pioneros que llegaron a Madison en 1965.
La causa precisa de su fallecimiento aún se desconoce en este momento.