A principios de este mes el presidente Barack Obama, se refirió a la reforma migratoria como uno de los pasos necesarios para consolidar los avances económicos que ha hecho el país desde la crisis financiera de 2008, y volvió a urgir al Congreso a aprobarla.
En un discurso en el que defendió su agenda económica, Obama citó una decena de pasos que es necesario tomar de ahora en adelante para asegurar que los salarios puedan crecer “para todos los estadounidenses que trabajan”, entre ellos la reforma migratoria que se encuentra estancada en el Congreso.
“Si arreglamos nuestro sistema migratorio roto, no solo prevendremos algunos de los retos como el que vimos en nuestra frontera este verano”, con la llegada de miles de niños centroamericanos solos, dijo Obama en un discurso en la Universidad Northwestern, en Illinois.
“Además, alentaremos a los mejores y más inteligentes en todo el mundo a estudiar aquí, quedarse aquí, y crear empleo aquí”, añadió.
Obama aseguró que economistas independientes “dicen que la reforma de inmigración bipartidista que la Cámara de Representantes ha bloqueado durante más de un año lograría impulsar nuestra economía, menguar nuestros déficit y garantizar la seguridad de nuestras fronteras”.
“Aprobemos esa ley, y hagamos más fuerte a Estados Unidos”, pidió el mandatario.
No obstante, Obama ha retrasado el anuncio de esas medidas ejecutivas hasta después de las elecciones legislativas de noviembre.