Por Braxton Brown, pasante del CMC
Traducido por Linda Ramirez, personal del CMC
“Ser bueno y servir… es parte del ser humano,” dice Antonio Quintanilla, coordinador de la Despensa de Alimentos en el Centro Católico Multicultural (CMC) en Madison. Con esa frase poderosa, Antonio resume la esencia de su trabajo diario: ayudar a quienes más lo necesitan. Como inmigrante de El Salvador, Antonio ha enfrentado en carne propia los retos de la inmigración, la pobreza y la falta de vivienda, experiencias que ahora lo inspiran a tender la mano a otros. “Yo recuerdo esos tiempos de lucha,” confiesa, recordando los días en los que llegó a los Estados Unidos, luchando por encontrar un techo, comida, y aprender inglés. Un gesto de bondad marcó su vida para siempre: una familia lo acogió cuando estaba enfermo, dándole un lugar donde recuperarse. “Esas cosas no las olvido,” añade con una sonrisa.
Hoy, Antonio devuelve ese apoyo coordinando una despensa de alimentos que opera dos veces por semana en el CMC. Este programa no solo provee comida, sino también esperanza y un sentido de comunidad a quienes enfrentan inseguridad alimentaria, un problema que se ha duplicado en los últimos años. En 2023, la despensa distribuyó 156,758 libras de alimentos a cerca de 750 hogares. Además, el programa de comida caliente del CMC sirvió más de 10,000 comidas recién preparadas hasta ahora en 2024, alimentando no solo cuerpos, sino también almas.
Un Recurso Vital para la Comunidad
Para personas como Mikhail, un inmigrante de la antigua Unión Soviética, los programas del CMC son más que un simple servicio. “Como inmigrante es difícil,” comparte. “Tienes que trabajar duro para proveer comida a tu familia. Pero creo que fue el deseo de Dios enviarme aquí. Ahora quiero hacer algo bueno por mi nuevo país.” Mikhail agradece profundamente el apoyo que recibe de la despensa, señalando que “darle comida o bebida a alguien es darles energía; es darles lo que necesitan para sobrevivir.”
Este apoyo es crítico en tiempos de inflación y recortes presupuestarios. Según Antonio, la despensa ha enfrentado un aumento significativo de visitantes en 2024, mientras que las fuentes de alimentos han disminuido. Esto incluye la pérdida de fondos federales proporcionados durante la pandemia de COVID-19. Aun así, el CMC sigue encontrando formas creativas de responder al hambre de la comunidad, como comprar alimentos al por menor y cultivar su propia huerta. Este año, la huerta del CMC produjo 6,746 libras de productos frescos, ayudando a garantizar que las familias tengan acceso a una dieta nutritiva y balanceada.
Más Que Comida: Un Lugar de Comunidad y Esperanza
Los programas del CMC van más allá de satisfacer necesidades físicas. También brindan un espacio para que las personas se sientan vistas, escuchadas y valoradas. Larry, un cliente habitual del programa de comida caliente, lo expresa perfectamente. “Me gusta venir para ver a las personas y disfrutar comidas nutritivas, especialmente los lunes de pastel de carne,” comparte con entusiasmo. Como jubilado que vive con una discapacidad, Larry depende de los programas de alimentación para estirar su presupuesto mensual, pero para él, es mucho más que eso. “Me gusta estar rodeado de personas, especialmente si son amables,” dice, destacando la calidez y el sentido de comunidad que encuentra en el CMC.
Este enfoque en la compasión es intencional. Antonio explica que su objetivo es “ser sensibles con las necesidades de las personas, darles la bienvenida, y hacerles sentir que no están solos.” Añade: “Nunca sabes cuándo tú lo vas a necesitar.” Estas palabras reflejan la misión del CMC de no solo aliviar el hambre, sino también ofrecer dignidad y humanidad a todos los que cruzan sus puertas.
Cómo Participar y Apoyar
El CMC invita a todos aquellos que puedan beneficiarse de sus servicios a participar. La despensa de alimentos está abierta los martes de 1:30 a 3:30 pm y los jueves de 10:30 am a 12:00 pm, mientras que el programa de comida caliente sirve comidas recién preparadas de lunes a viernes, de 4:00 a 5:00 pm. No se requiere registro para el programa de comida, y los nuevos participantes de la despensa pueden registrarse al llegar.
¿Te gustaría ayudar a combatir el hambre en tu comunidad? Hay muchas maneras de apoyar las iniciativas alimentarias del CMC:
- Voluntariado: Ayuda en la despensa, el programa de comida o la huerta.
- Donaciones: Contribuye con alimentos no perecederos en buen estado.
- Apoyo financiero: Haz una donación que impactará directamente a las familias necesitadas.
Cada acto de generosidad fortalece el impacto del CMC, permitiendo que sus programas no solo continúen, sino que crezcan. En palabras de Antonio: “El propósito es ser bueno y servir… es parte del ser humano.” Con el apoyo de personas como tú, el CMC seguirá siendo un faro de esperanza en 2025 y más allá.
Contribuye a Reducir el Hambre en Tu Comunidad
Para más información sobre cómo recibir ayuda o apoyar los programas del CMC, visita [Sitio web del CMC] o contacta al Centro directamente. Juntos, podemos marcar la diferencia.