Por Satesh Bidaisee y Calum Macpherson
Es difícil creer que los investigadores médicos podrían subestimar los peligros de la tuberculosis – la infección más letal del mundo.
Sin embargo, según un estudio publicado por Lancet Infectious Diseases, una revista médica, una forma de la enfermedad es una amenaza mucho más grande de lo que se pensaba anteriormente – la tuberculosis animal.
La enfermedad, que puede ser adquirida a través de alimentos contaminados o contacto cercano con animales, afecta a aproximadamente 120.000 personas en todo el mundo. Es más difícil de tratar que la forma convencional de la enfermedad – y es resistente al principal antibiótico utilizado para tratar la TB.
Las enfermedades zoonóticas – enfermedades propagadas entre los animales y los seres humanos – representan algunas de las amenazas más graves para la salud pública que enfrenta el mundo. Para combatirlos eficazmente se necesitará un enfoque más amplio de la salud humana, que tenga en cuenta la relación entre los seres humanos, los animales y el ecosistema en general.
Casi 3 millones de personas mueren anualmente de enfermedades transmitidas por animales. Estas enfermedades incluyen todo, desde la influenza y la salmonella hasta el Ebola, la malaria y Zika.
En un número alarmante de casos, las enfermedades zoonóticas han llevado a epidemias devastadoras. El brote de Ebola de 2014, por ejemplo, se cree que comenzó cuando un murciélago transmitió la enfermedad a un niño en Guinea. La enfermedad pronto se extendió a través de África Occidental, con casos emergiendo tan lejos como los Estados Unidos. En última instancia, más de 11.000 personas murieron.
El virus Zika transmitido por mosquitos ha infectado a decenas de miles de personas en 73 países y territorios – entre ellos 3.800 personas en los Estados Unidos continentales.
No hemos visto el último de estos tipos de brotes. Los científicos estiman que cerca del 75 por ciento de las nuevas enfermedades infecciosas emergentes se originarán en los animales.
Abordar el riesgo que suponen las enfermedades zoonóticas requerirá un enfoque de la salud mundial que ve a los seres humanos, los animales y el medio ambiente tan profundamente interconectados. Conocida como One Health, esta visión holística requiere la colaboración entre expertos en disciplinas, desde la medicina veterinaria hasta la salud pública y la ciencia ambiental.
Si los investigadores pueden entender las causas interconectadas de los brotes zoonóticos, estarán mejor equipados para prevenir la próxima epidemia.
Afortunadamente, el movimiento One Health está ganando fuerza en la comunidad de salud pública. USAID, por ejemplo, ha encabezado una iniciativa One Health Workforce que se asocia con universidades de todo el mundo para capacitar a futuros profesionales de la salud en este enfoque colaborativo.
One Health es una filosofía que guía en la Universidad de St. George, donde enseño. Nuestros estudiantes de veterinaria, médicos y de salud pública colaboran frecuentemente en proyectos y cursos, como nuestro reciente esfuerzo para controlar la propagación de la rabia en la isla de Granada proporcionando vacunaciones y ofreciendo clínicas comunitarias.
El aumento de las enfermedades zoonóticas como Zika, y la tuberculosis animal muestra lo interconectados de la salud animal y la salud humana. Para luchar eficazmente contra las enfermedades zoonóticas, la comunidad médica debe reconocer esas conexiones y explorarlas plenamente.
Satesh Bidaisee es Profesor Asociado de Salud Pública y Medicina Preventiva y Decano Auxiliar de Estudios de Posgrado en la Universidad de St. George, Grenada. Calum Macpherson es Decano de la Escuela de Estudios Graduados y Director de Investigación de la Universidad de St. George en Grenada.