Por Chiara Mussari
Ricardo Morales es un pintor autodidacta de Guatemala, que vive entre Madison y Guatemala. Juan B. Juárez, en un muy bien hecho artículo publicado en el periódico La Hora, afirma, con razón, que “A pesar de estar apegada temática y a veces anecdóticamente a Guatemala, las imágenes de Ricardo Morales tienen, sin embargo, una dimensión universal que les permite ser entendidas en todas partes del mundo”. La suya es un arte realista, tocante y profunda, que deja mucho que pensar en quien tiene una conciencia.
Preguntas:
Datos bibliográficos. ¿Donde naciste? ¿Donde vives? ¿ Desde cuando estas en Madison y por qué escogiste esta ciudad?
Nací en Guatemala en el 1971, en la ciudad de Guatemala. La primera vez que vine a los Estados Unidos estuve en Vermont, donde, en el 2012, tuve la oportunidad de una beca por una exhibición de arte en el Vermont Studio Center, y era el periodo en lo que yo estaba hablando del Conflicto Armado en Guatemala (guerra civil que poca gente conoce y que afectó mucho el país) . Fue una experiencia interesante, y de ahí para acá he tratado de conectarme, de hacer el siguiente escalón. En Madison tengo un amigo que me presentó a Mario García Sierra, presidente del Centro HIspano. Mi primera vez en Madison fue hace dos años, y vine para pintar un mural. Conocí gente, se abrieron oportunidades y una cosa me llevó a la otra, ¡así que aquí estoy!
¿Hace cuanto tiempo que pintas? ¿Porque esta forma de arte y no otras?
¡Desde que me acuerdo Chiara! Tengo muy mala memoria, y por esto guardé muchos dibujos de mi niñez; y cuando les encuentro, me acuerdo del momento en que les hice. Yo siempre dibujaba y luego empecé a experimentar con colores. Creo que tengo un enamoramiento con la pintura, me sedujo y me enamorè de ella. Es una conexión de alma.
¿Cuáles son tus temas?
Los temas que me afectan personalmente. Vengo de una realidad violentada, crecí en el medio de la violencia y la pintura siempre ha sido un espejo de la realidad y una manera para generar un cambio. Desde cosas pequeñas se puede generar un cambio. Yo quiero activar las conciencias, hacer ver a las personas algo que no se puede ver o que se ve mal, asegurar que están viendo correctamente. Y yo se que hay personas que piensan como yo, y esto me da consuelo. Hay una cosa muy interesante que dijo Oscar Wilde, y es que una obra de arte no presenta ningún punto de vista, porque el punto de vista es del espectador y no de la obra, y yo pienso que es muy válido y totalmente acertado. Pero también creo que hay obras de arte que no dicen tanto, que no incomodan. El arte no tiene solo que gustarte sin causar nada, pero también tiene que incomodarte. A mi, honestamente, me gusta incomodar mediante l’arte. es necesario, porque a mi los sacudones de la vida, los golpes de la vida, me han hecho reaccionar. Desde ahí he surgido con más fuerza y con más claridad.
¿Dónde nace tu inspiración?
Desde la realidad, y lo que, como ya dije antes, me afecta.
¿Qué quieres transmitir con tus obras?
Yo disfruto del paisaje, del agua, de las cosas lindas que hay en el mundo, no quiero hablar sólo de las angustias. Pero, hoy en día, estamos viviendo de una forma que es prácticamente imposible ya, sostener esta producción y este consumo es imposible. El mundo nos está acabando. Estamos viviendo de forma infinita en un planeta finito. Y hay dos formas de reaccionar: mediante la razón, obviando el problema, o admitiendo que la catástrofe está cerca.
Mucha gente, sobretodo la que tiene plata, no es capaz de ver más allá. Tiene su aire, su comida, todo lo que quiere, toda las comodidades, y no piensa más allá. Por ejemplo, me pasò de observar en un Subway el proceso de producción del sandwich. Una cantidad increíble de basura, de papel sobre papel y de plástico, que llamamos “buen servicio”, y que no es para nada un buen servicio, mirando al planeta. Todo es bastante complicado.
¿Cuál es la obra que más te ha representado o que todavía te representa?
La mayoría de mis obras hablan de las violencias de todo tipo, entonces todas me representan por diferentes lados, pero la del conflicto armado en Guatemala me representa particularmente, porque he vivido en un pueblo donde ocurrieron muchos masacres. El consumo en exceso también es violencia contra nosotros mismos.
¿Como se puede definir tu arte?
Es un arte realista. Yo quiero representar la realidad exterior mirando el interior de las personas, para pintar las cicatrices que afuera no se ven, pero que están adentro. Por esto deformo las personas, para representar el dolor interno, aunque desde afuera esto no se ve.
Una colección de cuadros presentada en Chicago, Narcolepsia consumista, llamó particularmente mi atención: ¿puedes compartir conmigo tus reflexiones?
Normalmente yo me dejo afectar desde las situaciones y las circunstancias, y cuando me afectan tanto, pinto. Es como una forma de sanarte, Es como dejar que una serpiente te mordiera y tener el antiveneno cerca y usarlo. Es como una droga o algo así. En este caso me afectó demasiado el problema del consumo. Los Estados Unidos representan el 5% de la población mundial, y consumen como si fueran el 30%. Y todos los Países quieren imitar este estilo de vida. Los Estados Unidos cambiaron el mundo y lamentablemente no para bien. Todos somos esclavos y sufrimos. Si no tenemos para comprar, sufrimos. Y sufrimos para algo que no es necesario. Y es triste. Observando las personas, me doy cuenta que no están felices. Es una dependencia. El momento de felicidad se reduce al momento de compra. Una pura violencia. Piensas también que ahora, en este preciso momento, mientras estamos hablando, están pasando cosas muy malas para sostener este estilo de vida. Este estilo de vida ya generó un dolor, y nos genera un dolor. Es una cadena infernal.
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
Sigo trabajando en el consumismo, y tengo unos cuantos proyectos más en mente. Me gustaría resignificar, rescatar los latinos y decir que no son solo borrachos, o drogados, sino que son personas como todas, porque es una condición del ser humano ser malo o ser bueno; no es de una raza en lo específico. Quiero resignificar también la contribución económica que los inmigrantes, no solo latinos, representan en este País. Pero es difícil dibujar la esencia de una persona. A veces es tan frustrante porque empiezo el retrato, lo borro, empiezo de nuevo. Es bien importante conectarse con la persona que se quiere representar. Por esto pedí a algunos amigos latinos de entrar en mi proyecto, para pintar a ellos, y con la idea de acompañar las obras con un video que hable de la historia de ellos. La gente aquí viene luchando. Hay personas que cruzan la frontera duramente, sin pensar a lo que dejan atrás, como sus historias, su culturas, y a las ignorancias que traen. ¡Me sudan las manos al pensarlo, porque ya quisiera comenzar!
Sé que pronto vas a empezar algunos talleres, que durarán hasta junio, para adultos y niños latinos. ¿De qué se trata? ¿Qué significado tienen para ti las frases “Estamos en Wisconsin” y “Crecemos en Wisconsin”?
“Estamos en Wisconsin” es para los adultos, y “crecemos en Wisconsin” para niños. Creo que la gente se establece aquí y quiere ser parte de este País, de esta ciudad. Como el arte es una forma de decir, de canalizar emociones, se podría compartir esto. Creo en la importancia que exprimir las propias experiencias es una manera para sanar. Estos talleres quieren ser un instrumento, para los latinos, de sanarse, de compartir sus experiencias de vida aquí. A veces no hay tiempo para ir al psicólogo, ¡estos talleres podrían ser un valido sustituto! No serán clases de pintura, pero momentos para experimentar, proponer, hablar y compartir pensamientos, y para pasarla bien. Los talleres serán un “espacio de autoexploración, diálogo y pintura”.
¿Qué significa hablar de la propia “historia de vida en Wisconsin desde un enfoque de justicia social”? ¿Cuánto todo esto está relacionado con el tema de la violencia privatizada la de que tú hablas mucho?
¡Esto quiero escucharlo desde los participantes! Porque yo estoy bastante nuevo aqui, y quiero por esto escuchar experiencias de injusticia social. Entonces en este sentido, estaré aprendiendo, y quiero aprender mas del movimiento en Wisconsin y de cómo los latinos se relacionan a todo esto.
Solo asì se pueden cambiar las cosas en bien, y tratar de ser más feliz. Desde los cambios pequeños se generan los cambios grandes, todos somos tripulantes del mismo barco. Tenemos que ayudarnos para sobrevivir lo mejor posible.
¡Gracias Ricardo, una entrevista agradable y muy rica de ideas para reflexionar!
¡Gracias a vos, Chiara!
Quiero terminar diciendo que los talleres se realizarán en la biblioteca pública de Madison ( 201 W Mifflin St. Madison, Wi). Fecha de los talleres para adultos: sábado 20, domingo 21 y sábado 27 de mayo. Fechas de los talleres para jóvenes: sábado 3, sábado 10 y sábado 17 de junio. Más información sobre los talleres: richymoguez@gmail.com.
Ricardo Morales se siente muy agradecido por esta oportunidad, y los latinos de Madison deberían aprovechar de esto. ¡Ricardo espera, que la comunidad latina, hispana, indígena de las Américas, se interese en los talleres!