En mayo pasado Michelle González completó su B.A. en Leyes y Periodismo, su intención es postular pronto a la Escuela de Derecho para obtener el Juris Doctor, el primer título universitario en derecho. En la actualidad trabaja como asistente legal en uno de los más prestigiosos estudios de abogados.
Cuando la visitamos en su oficina y vemos a Michelle preparando informes con una preciosa vista al lago Mendota pareciera que la suerte le sonríe. Pero eso sería una opinión insulsa.
No, para Michelle estar donde está ahora no fue cosa de suerte; sino de perseverancia, y la ayuda de programas como PEOPLE (Pre–College Enrichment Opportunity Program for Learning Excellence)
Ella es la primera de su familia en continuar estudios superiores. Su madre, María Castillo, hace unos veinte años vino desde Iztapalapa como migrante y trabajadora. Michelle y sus primos
nacieron aquí y su madre siempre les dijo que la escuela secundaria no es el fin del camino, sino que puede ser solo el principio.
En Estados Unidos obtener un título universitario sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar para muchos grupos minoritarios. Se requiere tener complejas habilidades sociales y herramientas que permitan acceder, y luego permanecer en la educación superior. ¿Pero qué pasa con aquellos que crecen en un entorno que carece de ellas?
“Yo y mi prima, que se graduó de Madison College, somos las primeras de mi familia en graduarnos de la educación superior y PEOPLE me ayudó en lo técnico. Es decir, entrega herramientas que te van sirven cuando entres a estudiar. Pero eso no significa que sea todo fácil. De hecho, lo más difícil es conciliar tus estudios con el día a día de tu familia”, dice Michelle.
“Por ejemplo para mí era muy difícil explicar los aprendizajes y presiones del primer año de universidad porque tu familia casi no sabe. Así era muy difícil hacer entender a mis papás por lo que yo estaba pasando. A veces pensaban que era fácil sacar 100, y no pos, no es fácil”, señala la joven.
En efecto Michelle González puede recordar varias anécdotas que ilustran esa diferencia entre mundos separados y que se presta para malos entendidos.
“Al principio uno tiene que escribir muchos ensayos. En otra clase tenía que leer y comprender un libro cada dos semanas. Y mi mamá me decía ‘pero si es rápido, nada más léelo’. También mi mamá pensaba que las clases era solo en la mañana y me llamaba y me decía, ‘¿Qué estás haciendo ahorita?’, y yo le tenía que explicar, de nuevo. O podían ser las 8 de la noche y llamaba y me preguntaba ‘¿por qué estás estudiando a esta hora?’, y yo respondía, ‘pues porque es la única hora que tengo para estudiar’, recuerda sonriente González.
Por eso cada vez que regresaba a su casa en Milwaukee a Michelle se le hacía difícil seguir el ritmo de estudio. “Me decían vamos a ver televisión juntos, puedes estudiar mientras tanto, pero no se puede”, indica.
En todos los países, los estudiantes universitarios de primera generación tienden a pasar momentos difíciles para llegar a la escuela y, una vez allí, se hace aún más arduo mantenerse hasta lograr una graduación.
Para personas como Michelle iniciativas de apoyo educativo son esenciales. Y PEOPLE es uno de los más éxitosos, un programa de educación no formal que sirve en la actualidad a más de 1.300 estudiantes de todo Wisconsin.
“El programa ofrece tutoría, enriquecimiento cultural, desarrollo de liderazgo, tutoría y otros servicios a nivel pre-universitario y el apoyo continuo a los estudiantes que vienen a la Universidad de Wisconsin-Madison”, ha indicado en varias ocasiones Jacqueline DeWalt, directora ejecutiva del programa PEOPLE.
Basado en una vinculación entre escuelas, centros de estudios y participantes. El objetivo es acompañar a estudiantes de escuelas en una permanente aventura de aprendizaje durante años. Un proceso que desafía y estimula a aquellos estudiantes que están considerando una educación universitaria; pero que por diversas razones están insuficientemente representados en la educación superior, como puede ser una desventaja económica o social.
Por ejemplo en el caso de Michelle ella postuló cuando estaba bien avanzada en su High School,
“Yo postulé bastante tarde, porque ahora se pueden vincular incluso desde la escuela elemental. Mi mamá siempre me decía ‘tienes que seguir estudiando y aplicar y ver las posibilidades que hay’, pero la verdad es que nadie en mi familia sabía muy cómo hacerlo porque a nadie le había tocado aún. Un día me llegó un correo y era una invitación al programa”, narra González, y continúa: “Respondí la carta sin expectativas, sonaba sospechoso, porque prometían tres semanas de capacitación intensiva en el verano, y gratis. Incluso ni le pregunté a mi mamá. Y la verdad que a la mera hora, cuando el plazo se vencía, agarré coraje y le dije ‘Mami me puedes llevar al correo’, y le expliqué. Luego fui aceptada”.
“PEOPLE tiene un historial probado de excelencia en la promoción de los logros educativos de los estudiantes de las comunidades marginadas a través de Wisconsin,” dijo en una entrevista reciente Patrick J. Sims, actual vicerrector asociado y quien ha sido director de diversidad de la UW-Madison.
En realidad PEOPLE hace un trabajo crítico para ayudar a aumentar el número de graduados de la escuela secundaria de Wisconsin que no sólo se inscriben, sino que finalizan sus estudios de las instituciones del sistema UW.
HOJA DE RUTA
Para los estudiantes del Distrito Escolar Metropolitano de Madison el tiempo que un estudiante de escuela pasa acompañado por PEOPLE alcanza los seis años. Comienza en el verano después de sexto grado y continúa hasta la graduación de la escuela secundaria.
Después de la graduación de la escuela secundaria será elegible para recibir una beca de matrícula para un máximo de cinco años. Pero eso es solo el principio, luego viene aprender a comportarse en un entorno totalmente nuevo, y a veces poco amigable.
“Cuando ingresé al programa se me hizo un poco difícil, porque venía con estudiantes que no éramos de Madison, y la ciudad nos era desconocida. Pero cuando entramos a la universidad ya nos conocíamos todos y fuimos como una comunidad de amigos y de apoyo aunque cada uno estudió cosas diferentes”, dice Michelle.
“No se cómo explicarlo, pero cuando los veías en alguna parte de la universidad uno se sentía entre amigos, era ver alguien que te da confianza, alguien que puede entenderte, precisamente porque viene del mismo lugar que tú y seguramente ha pasado por las mismas dificultades. Es muy lindo. Por ejemplo Cinthya, ahora mi mejor amiga y que estudió en la escuela de ecología humana, cuando nos encontrábamos en PEOPLE no éramos tan amigas”, agrega con gracia.
Los resultados del programa impresionan. El cien por ciento de los participantes se gradúa de la escuela secundaria y el 95 por ciento se inscribe en la educación superior.
Más aún, 71 por ciento se inscribe en las escuelas del sistema UW, y de ellos un 52 por ciento lo hace en la Universidad de Wisconsin-Madison.
A la fecha egresados del programa han obtenido 317 títulos de grado hasta la fecha y 19 grados graduados.
“PEOPLE es el programa pre-college más integral del país”, ha indicado con satisfacción DeWalt. “Recibimos llamadas de todas partes preguntando cómo replicarlo”.
COMO FUNCIONA
Durante el año escolar, la facultad, personal y estudiantes graduados Universidad de Wisconsin-Madison trabajan en terreno proporcionando a los estudiantes el desarrollo de habilidades y servicios de tutoría académica.
Materias principales son: lectura, escritura, matemáticas, inglés, ciencias, estudios sociales e idiomas extranjeros.
“¡Claro que me ayudaron esos talleres!, recuerdo mucho uno de literatura donde aprendí a escribir poemas. Había otro de arte con música donde nos enseñaron a improvisar, a tocar lo que se siente”, recuerda Michelle.
“Pero lo más importante es que PEOPLE me dio la oportunidad de crear un grupo de amigos. Eso es muy importante porque en mi caso la transición de Milwaukee, donde crecí en un entorno de diversidad llegar a Madison con compañeros mucho menos receptivos a múltiples “backgrounds” culturales y étnicos, es bastante difícil. Por ejemplo yo nunca había estado en un lugar donde había tanta gente güera y muchas veces estudiantes locales no fueron ‘friendly’ conmigo”, ella anota.
Los estudiantes también participan en las orientaciones del campus y actividades de enriquecimiento cultural, tales como asistir a actuaciones en el Teatro Wisconsin.
“PEOPLE es donde la “Wisconsin Idea” pasa”, dice DeWalt. En referencia a la misión de la universidad de poner a disposición de los residentes del estado sus recursos, para lograr un Wisconsin más diverso y exitoso. Pero la cuestión de lograr diversidad ha sido una permanente dificultad para la Universidad de Wisconsin.
“La universidad aquí es como una burbuja, y es difícil estar en un dormitorio donde tú puedes sentir que nunca vas a encajar completamente con los otros. Y eso que yo viví en uno de los mejores dormitorios, Smith Residence Hall de calle Park”, observa Michelle.
“Pero se me hizo difícil hacer amigos, porque ellos tienen mucho dinero y no hubo comprensión de mis experiencias. Es curioso, descubrí que muchos jóvenes no saben cómo convivir con personas negras o hispanas y dicen muchas cosas basadas en la ignorancia. Es muy aburrido explicarles en cada momento porque algo es racista o una expresión es inadecuada”, puntualiza.
UN PROGRAMA FLEXIBLE Y EN DESARROLLO
Y aunque en su origen PEOPLE fue desarrollado en 1998 en respuesta a una necesidad del sistema de la Universidad de Wisconsin para aumentar el número de estudiantes de secundaria afroamericanos de Wisconsin que postulaban a sus instituciones pronto se convirtió en un marco general para para aumentar el acceso al sistema por grupos representados insuficientemente.
El programa se inició en 1999 con 66 estudiantes de secundaria, estudiantes de la escuela media añadidos gradualmente desde el Condado de Dane y estudiantes de la escuela primaria y luego en un programa de preparatoria en Madison PEOPLE. Hoy en día un millar participa de 18 distritos escolares del Condado de Dane, Milwaukee, Racine, Kenosha y las tierras tribales de los nativo-americanos.
Más de 800 estudiantes de la escuela se aplican cada año por unos 200 cupos en lo que se ha convertido en un proceso altamente competitivo que da prioridad a los estudiantes de los grupos subrepresentados raza y etnia, niños de bajos ingresos y los que serán los primeros en su familia en asistir al colegio.
“Deberían haber más latinos, mi comunidad latina en Milwaukee es muy vivaz, amable y hospitalaria. Por eso para personas que vienen de estos ambientes programas como PEOPLE son vitales para tener éxito en los años de la universidad”, dice Michelle.
Sin embargo la cantidad de latinos es aún baja pues en la UW el número de estudiantes que pertenecen a grupos minoritarios específicos como hispano / latinos, afro-americano, indio y del sudeste asiático el 2014 fue sólo el 10,1 por ciento del número total de estudiantes de pregrado.
“PEOPLE ayuda, pero podría ser más. Es una oportunidad para hacer más fácil el primer año, pero el programa es parte de la universidad y la intensión de ella es limitada a obtener diversidad.
Pero, de hecho hay una pregunta pendiente. ¿Qué pasa con todos aquellos que queriendo ir a la universidad, no logran entrar a PEOPLE? La UW se queda con lo mejor de lo mejor, ¿Y el resto? ¿Qué pasa con la retención en el programa?, en especial cuando sabemos que PEOPLE es un programa que ahora está bregando por mantener sus recursos en un contexto de reducciones a la educación en Wisconsin”, concluye González.