El programa de ESL en Fitchburg no solo enseña un idioma: prepara a inmigrantes para integrarse con confianza, avanzar en sus estudios, aprobar el examen de ciudadanía y abrir puertas a mejores empleos.
La Comunidad News Online
Madison, Wisconsin. – En el corazón de la misión del Catholic Multicultural Center (CMC) está la idea de que el idioma no debe ser una barrera para la integración ni para el éxito personal y profesional de los inmigrantes. En los últimos años, el programa de Inglés como Segundo Idioma (ESL, por sus siglas en inglés) que dirige esta organización ha evolucionado de manera significativa para responder mejor a las necesidades de la creciente comunidad latina e inmigrante en el área de Madison y, de manera especial, en Fitchburg.

La coordinadora del programa, Sara Beghin, explicó en entrevista con La Comunidad News Online cómo el centro ha ampliado sus horizontes para acercar la enseñanza del inglés a quienes más lo necesitan. “Iniciamos nuevas clases en nuestra sede de Fitchburg específicamente para estar más cerca de la comunidad latina que vive en esta zona. Estas clases no solo se enfocan en el aprendizaje del idioma, también han creado un sentido de comunidad donde los estudiantes adultos se apoyan mutuamente y trabajan hacia un objetivo común”, señaló.
Historias de éxito: del aula a la vida cotidiana
Uno de los logros más notables del programa ESL en Fitchburg ha sido el avance progresivo de los estudiantes. Varios de ellos comenzaron en los niveles básicos y, con dedicación, han podido transitar hacia clases más avanzadas en otros centros de enseñanza del área. Esto los ha preparado para alcanzar un nivel conversacional de inglés, indispensable para desenvolverse en la vida diaria y, en muchos casos, en el ámbito laboral.
“Muchos estudiantes que iniciaron aquí han podido continuar sus estudios en universidades, aprobar el examen de ciudadanía o acceder a mejores empleos”, comentó Sara. “Ver cómo sus esfuerzos se traducen en oportunidades concretas es una de las mayores satisfacciones del programa”.
Estas historias de éxito son testimonio de que el aprendizaje del inglés no solo abre puertas académicas, sino que también representa un paso firme hacia la integración social, el empoderamiento y la independencia.
Impacto en Fitchburg y más allá
El impacto del programa de ESL del CMC trasciende las aulas. Para muchos inmigrantes, dominar el inglés es la clave para desenvolverse en un país donde la vida cotidiana —desde una cita médica hasta una entrevista de trabajo— se desarrolla en este idioma.
El CMC ha logrado que sus estudiantes se sientan mejor preparados para enfrentar esos desafíos. La confianza ganada al aprender inglés no solo beneficia al individuo, sino que también fortalece a la comunidad en general. Los estudiantes que logran comunicarse en inglés apoyan a sus familias, transmiten lo aprendido y se convierten en modelos de perseverancia y superación.
“Estas clases son un espacio seguro y acogedor, donde todos son bienvenidos. Queremos que la comunidad sepa que aquí no solo se aprende un idioma, también se construyen lazos que fortalecen el tejido social”, subrayó Sara.
Retos en tiempos desafiantes
A pesar de los avances, el programa ha enfrentado desafíos, especialmente al dar a conocer su oferta en la nueva sede de Fitchburg. “Uno de los mayores retos ha sido correr la voz en la comunidad. Muchas personas aún no saben que ofrecemos clases tanto en Fitchburg como en nuestra sede de Beld St en Madison”, explicó la coordinadora.
La pandemia y las dificultades económicas también han puesto a prueba la continuidad de las clases. Sin embargo, el CMC ha sabido adaptarse, reforzando la comunicación con los estudiantes y garantizando un entorno seguro y accesible para todos.
Planes y metas para el futuro
De cara al próximo año, el Catholic Multicultural Center planea fortalecer aún más su programa de inglés. Recientemente se realizaron mejoras en la infraestructura de sus instalaciones, lo que permite contar con más espacio para las clases. Actualmente, el programa ofrece dos clases nocturnas por semana, pero tiene la capacidad de aumentar el número conforme la demanda crezca.
El objetivo es claro: seguir llegando a más estudiantes y voluntarios, ampliando la oferta de enseñanza gratuita del inglés y reforzando el impacto en la comunidad inmigrante.
Sara hizo un llamado a la comunidad para sumarse a este esfuerzo colectivo. “Esperamos que nos ayuden a correr la voz sobre nuestras clases, porque mientras más personas sepan de esta oportunidad, más familias podrán beneficiarse. El inglés abre puertas, y queremos que nadie se quede afuera por falta de recursos”.
Un puente hacia la integración
El programa de ESL del Catholic Multicultural Center no solo enseña un idioma: construye puentes de integración, promueve la equidad y abre horizontes de esperanza.
En Fitchburg, donde la población latina e inmigrante sigue creciendo, este esfuerzo representa un apoyo fundamental para quienes buscan no solo adaptarse, sino prosperar en su nuevo hogar. El CMC reafirma con este proyecto su compromiso de ser un aliado cercano y solidario de la comunidad, ofreciendo herramientas prácticas para que cada estudiante pueda alcanzar sus sueños.
“Cuando un estudiante aprende inglés, no solo gana confianza personal, también contribuye al bienestar de su familia y al fortalecimiento de nuestra sociedad”, concluyó Sara.
Con programas como el ESL, el Catholic Multicultural Center demuestra que el aprendizaje del idioma es mucho más que una lección en el aula: es el inicio de un camino hacia el progreso y la inclusión.