El senador Ted Cruz de Texas es el más reciente candidato presidencial republicano en lograr ese producto tan deseado en la política: “ruido”, ya que como dice el viejo adagio “si el río suena piedras lleva”.
Encuestas recientes muestran a Cruz como el favorito republicano en algunos estados. Aparece como alternativa a Trump, pero apelando al mismo votante. Cruz aprovecha de forma hábil la sed de los votantes del Partido Republicano por un candidato anti-sistema discurseando sobre un gobierno más pequeño.
Ted Cruz es un polemista hábil, un abogado educado en la Ivy League; pero carece de algunos de los atributos básicos para ganar una elección nacional y luego, gobernar con eficacia. Primero, es un senador novato que nunca ha dirigido nada más grande que su propia oficina. Segundo, Cruz es dogmático y con tendencia a la confrontación. Él encarna el gusto por la palabrería fácil, pero peor una actitud hacía buscar un enemigo que hay que erradicar.
Por ejemplo, luego de estar en primera línea en los esfuerzos para derogar Obamacare, este otoño Cruz impulsó otra apuesta obcecada: exigir el desfinanciamiento de Planned Parenthood, el proveedor más confiable de Estados Unidos de la atención de la salud reproductiva. En realidad, la ONG lejos de ser un enemigo, es vital para la salud de las personas, en particular muchas latinas que diariamente llegan a su sede en 2222 S. Park Street.
Cruz también tiene la costumbre de lanzar ideas simples y poco realistas sobre política exterior. Por ejemplo, propuso la idea de tapizar con bombardeos las zonas bajo control del Estado Islámico. Una sandez bochornosa para un candidato nacional. No hay que delucidar mucho para asumir que las víctimas civiles, serían terribles y el número de refugiados que huyen hacia el oeste se incrementaría de forma radical. Pero a los conservadores acérrimos las frases de Cruz les gustan.
¿Suena bien para los republicanos? No tanto. Todos estos atributos están lejos, muy lejos de las habilidades necesarias para gobernar los múltiples y complejos problemas que enfrenta Estados Unidos. Ted Cruz puede que sea un buen candidato, pero hasta el momento, no ha demostrado ser un estadista de nivel nacional, mucho menos un líder global para un tiempo ‘problemático y febril’.
* Editorial periodístico texto no firmado que pone en valor y juzga un hecho noticioso. Representa la opinión del equipo LCNews.