Hay un elemento en el presupuesto por el gobernador Tony Evers que no ha recibido la atención que merece, y es que hace que los estudiantes indocumentados sean elegibles para pagar lo mismo que los estudiantes de Wisconsin hacía la cuota de su matrícula o licenciatura.
Hay decenas de miles de personas indocumentadas que viven en Wisconsin y que mantienen funcionando nuestra economía. Es justo que los hijos de estas personas trabajadoras reciban la misma cuota estatal para matricularse.
Aunque la propuesta de Evers viene con algunas condiciones, parecen ser bastante sencillas. Para recibir la misma cuota estatal, los estudiantes deben haber vivido en Wisconsin durante un mínimo de tres años, haberse graduado de una escuela secundaria/bachillerato en Wisconsin o haber recibido el equivalente a un certificado GED emitido por el estado. También deben demostrar que planean presentar, o han presentado una solicitud para una visa permanente, cuando sean elegibles.
Según Higher Ed Immigration Portal, la cantidad de estudiantes calificados en Wisconsin es de alrededor de 10,000. Pero es probable que ese número sea un recuento insuficiente debido a la gran cantidad de jóvenes indocumentados que viven en las sombras.
Como alguien que luchó para que los estudiantes indocumentados pagaran lo mismo en las universidades después de que Scott Walker la eliminó, sé que tan transformador sería para estos jóvenes tener acceso a educación más alta. También se dan cuenta los consejeros de orientación de la escuela secundaria que sus estudiantes son indocumentados y no califican para recibir ayuda federal. Los consejeros saben que la única forma en que estos estudiantes pueden pagar una educación universitaria es con que la matrícula estatal tenga el mismo precio para todos sin importar su estado migratorio.
Contrario a los puntos de discusión de los legisladores republicanos, el precio de una matrícula estatal equitativa no les daría a los estudiantes indocumentados un “viaje gratis”. Estos estudiantes aún no calificarían para ayuda federal, préstamos de bancos privados o la mayoría de becas. Pero al menos tendrían una oportunidad. Simplemente se esperaría que pagarán la misma tarifa que cualquier graduado de bachillerato de Wisconsin.
Al aprobar este artículo en el presupuesto, la legislatura aumentaría la población educada de Wisconsin y aumentaría los ingresos de las universidades locales.
Sin que el precio de la matrícula estatal sea igual para todos, los estudiantes de Wisconsin no tendrían ninguna razón para permanecer en el estado, por lo que probablemente llevarían su educación y sus carreras a otra parte. Esto no beneficiaría a un estado que ya ha invertido en la educación de un estudiante hasta la escuela secundaria. Y solo se sumaría a la fuga de cerebros.
La propuesta del gobernador Evers es lo justo para nuestros estudiantes indocumentados y lo más inteligente para nuestras universidades y nuestra economía. No es el principio ni el final, pero es un comienzo.