Así empezó Madcity Pallets & Lumber LLC durante la pandemia
De acuerdo a la Oficina de Censo de Estados Unidos, uno de cada cinco estadounidenses es de origen latino y es que para nadie es un secreto que cada día la idea de cumplir el sueño americano se extiende entre más hispanos para encontrar mejores condiciones de vida y dejar el país que los vio crecer.
Aquel que emprende este gran desafío no logra dimensionar todo lo que eso conlleva. La barrera del idioma, las costumbres, la cultura, la comida y otros ingredientes pueden resultar siendo un cóctel de esos que te lo tomas suavecito y que con el sorbo que menos esperas, tus emociones se trastornan y en muchos casos te desequilibran.
Luego de estar acá en la tierra del tío Sam, el tiempo cobra más valor, cada segundo vale dólares y en un abrir y cerrar de ojos se va pasando la vida.
Los oficios que no están dispuestos a hacer los americanos de pura cepa, se los encomiendan a los latinos ‘todoterreno’ y sin buscarlo terminamos encontrándonos con personas de nuestra misma raza, con aquellos que hablan nuestro mismo idioma, sienten nuestra misma nostalgia y vibran de la misma forma cuando suenan las notas de un arpa, una tambora o una tuba.
No obstante, cuando de amor se trata, cupido no tiene contemplaciones y sin fijarse en sexo, raza o idioma va disparando flechas que paralizan al que menos se lo imagina. Este fue el caso de Jenifer Ford y Albertino Cortés, una alemana que recorrió más de 7 mil kilómetros, llegó a trabajar a un Mc Donald’s, conoció a Cortés y hoy ya son padres de tres hijos.
No valieron fronteras, kilómetros, diferencias de idioma y de cultura, predominó el tesón de ambas almas que dejaron sus tierras natales por distintas razones y llegaron a Madison, en Estados Unidos de América y coincidieron haciendo lo mismo: rebuscándose un mejor porvenir.
Ante la dificultad del idioma se enfrentaron a algunas barreras, sin embargo, esto no fue impedimento para que día a día consolidaran su relación y lentamente forjaran un hogar juntos.
Albertino, nació en Veracruz desde muy niño ha tenido que trabajar. Se ha dedicado a laborar honradamente por su futuro y su hogar, tal y como le enseñaron sus papás “somos siete hermanos y el dinero no alcanzaba, pero mi mamá y mi papá siempre me enseñaron a trabajar duro, a no meterme en problemas, vengo de una familia que me formó con valores y por esos soy lo que soy. La situación que vivíamos me obligó a venirme a Estados Unidos”.
Su último trabajo fue en una compañía de elaboración y restauración de tarimas de madera o palets para apilar carga, un trabajo que, sin saberlo, cimentaba las bases de lo que hoy es su proyecto de vida y el de toda su familia.
“Lo mejor es que tengo una esposa que me ha apoyado, que ha estado conmigo y hasta la fecha está conmigo. Ella me dice que está en las buenas y en las malas conmigo y gracias a Dios aquí la tengo, nos impulsamos y quiero seguir adelante. Todo positivamente y acá se puede” puntualiza el ‘jarocho’, mientras Jennifer solloza.
Albertino trabajó durante diez años en dicha empresa, allí pudo obtener experiencia y ganarse la confianza de su jefe, un hombre “estricto, pero de buen corazón” que le ha dado la mano para seguir saliendo adelante en el negocio de las, también, llamadas estibas, unas plataformas que se elaboran con diferentes materiales (madera, plástico, metal) y sirven para poner carga y transportarla de manera más sencilla.
“Me he encomendado a Dios siempre. Él sabrá. Nosotros hemos tenido que batallar con el miedo de que las cosas no salgan bien, de que no alcance el dinero, pero siempre se puede y acá en Estados Unidos más. Nosotros todavía no tenemos festivos, seguimos trabajando hasta que nos establezcamos” argumenta fuerte y concreto el mexicano.
Jenifer no es latina, pero habla como si lo fuera. Cuenta que le gustan los idiomas ha estado junto a Albertino casi dos décadas, habla español y a ratos spanglish con acento mexicano. Ha trabajado en distintos lugares en Wisconsin y ha sido un apoyo incondicional para Cortés.
El negocio de esta familia empezó a gestarse desde hace varios años, sin embargo, la pandemia llegó y frenó muchas ilusiones que se planteaban a futuro. Lograron mantenerse a través de clientes que los contactaban vía Facebook o por llamadas telefónicas, sin embargo, hoy han regresado recargados con más experiencia y fuertes como hogar.
Jennifer indica que “lo primordial para nosotros es el cliente, queremos que estén satisfechos por la calidad del producto y por la atención que reciben por parte de nosotros”.
Madcity Pallets & Lumber LLC, nace después de la experiencia de Albertino en su anterior trabajo. Le ayudaba a su jefe reparando las tarimas dañadas y después las vendían. Al ver esta oportunidad, le planteó a su jefe que ya no quería ser un empleado más sino que quería ser un socio. Le pidió que le vendiera las estibas dañadas y después él las vendería.
Así inició su emprendimiento. Después vinieron otras oportunidades como la compra de un camión para el transporte de estos grandes armazones y Jennifer tomó el timón y se dedicó a ser otra pieza crucial de esta pequeña empresa que empezaba a nacer.
Yo tenía mucho miedo, yo sé manejar, pero el camión es un monstruo. Pero, dije si él puede yo también puedo. Además, tenía que honrar mi palabra, acompañarlo y trabajar juntos. Así lo estamos consiguiendo. Yo no soy tan fuerte y labores en la empresa que requieren de fuerza, por eso me estoy dedicando a manejar el camión e intento aprender todos los días un poco más”, afirma la alemana.
Además indica que sus hijos son el motor de este hogar y de su empresa, en ese sentido afirma que en ocasiones Fiona (14 años) y Tobias (13 años) van al taller y entre todos se encargan de pequeñas responsabilidades como barrer, limpiar el taller, descargar, limpiar el camión, mientras que Jennifer atiene a su pequeño Sebastián de casi dos años.
Foto cortesía de Jennifer
Foto cortesía de Jennifer
El lugar de producción les quedó pequeño y ahora están en un sitio más cómodo, no obstante, Albertino insiste en que su meta es tener un propio edificio para evitarse el pago de la renta y dar empleo a todo aquel que lo necesite y quiera aprender.
La familia explica que estas estibas son utilizadas principalmente para la correcta ubicación de mercancía en vehículos de carga. Hoy por hoy hay unas medidas estándar que comúnmente son utilizadas, pero su compañía es custom made, es decir, si el cliente requiere la elaboración de tarimas con unas medidas específicas también es posible.
Hoy en día, estos objetos, no solo son utilizados para el transporte de carga sino para decoración y elaboración de camas, salas, bibliotecas, entre otros. Este hogar ha navegado durante muchos años, sus hijos no superan la mayoría de edad y siguen siendo su mayor motivación; siguen recorriendo el camino y esperan sacar avante este sueño.
Aquella persona que esté interesada en obtener el servicio de Madcity Pallets & Lumber LLC puede contactarlos a través de Madcity Pallets & Lumber LLC en Facebook https://www.facebook.com/Madcitypallets2008/ o vía telefónica 6082283235 y 6088864549, allí estará Albertino o Jennifer asesorando y brindando todo tipo de información al respecto.
Ford y Cortés planean seguir trabajando unidos, parte de la nostalgia que los aqueja es no poder compartir tanto tiempo los cinco, pero auguran tiempos mejores.
Si desea contactarse con la Cámara de Comercio Latina de Wisconsin hacer click en este mismo enlace.