Por Jorge Zeballos.- Leo en la prensa que el programa de visas U está sobrepasado. Dos preguntas surgen de inmediato ¿Es necesario reformar el programa? y otra más profunda ¿Cuál alto es el nivel de violencia de latinos contra latinos en Estados Unidos?
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración concede 10 mil en cada año fiscal (del 1 de Octubre al 30 de Septiembre). Desde su inicio la demanda sobrepasa la oferta, dejando a muchos fuera. La reforma migratoria integral incluía, entre otras medidas, elevar el tope anual de beneficiarios principales visa U a 15 mil por año, pero como sabemos la reforma feneció el 2015 a causa de la oposición del Partido Repúblicano.
De acuerdo con los datos del Servicio de Inmigración y Naturalización (USCIS) que administra este programa. La demanda es tal, que la lista de espera asciende a 42,995 personas y crece cada año.
Pero no es sólo algo técnico, pues la visa U no solo es otra forma de obtener un estatus legal para luego aplicar a la green card; es una fórmula de protección pues busca proteger a Víctimas de Violencia y Tráfico Humano al fortalecer la capacidad de las agencias del orden público para investigar y procesar judicialmente los casos de violencia doméstica, abuso sexual, tráfico de extranjeros y otros crímenes.
La cifra de postulaciones debería, sino poner los pelos de punta, al menos llamar la atención. Significa que casi cincuenta mil personas, migrantes que viven en las sombras han denunciado ser víctimas de alguno de estos terribles crímenes, o como dice la ley “qualified criminal activity”.
Creada hace 15 años, entró el vigor en el 2007 para proteger a los inmigrantes indocumentados, que viven en barrios peligrosos y que temen ser deportados si llaman a la policía o colaboran con una investigación en la cual ellos han sido víctimas. En Wisconsin los cuerpos de policía han recibido desde años entrenamiento sobre las visas U; otras personas como la jueza Ramona González, de “La Crosse County Circuit Court” realizan capacitaciones sobre su tramitación; para el resto de la comunidad latina, “U visas” es una zona gris, casi tabú, por eso abrir la discusión sobre las condiciones que la posibilitan debería convocar a todos, aunque lastime.