MADISON. – La redada de ICE sacudió la mañana en el norte de la ciudad.
El protagonista: Ismael Hernández-Padilla, 39 años, hondureño.
El futuro: ¡La deportación!

Acusado de atacar salvajemente a una mujer cerca de una gasolinera en Packers Ave., Hernández-Padilla dejó a la víctima ensangrentada y con moretones. Ella confesó a la policía que fingió estar muerta para que él dejara de golpearla.
Los cargos son graves: estrangulación, agresión, conducta desordenada y violación de fianza. Pero lo que sellará su destino es el peso de las leyes migratorias.
ICE lo detuvo en una “parada vehicular dirigida”. No estaba solo: otros seis fueron arrestados en el mismo operativo, enfrentando cargos de desorden, resistencia y allanamiento.
La voz oficial fue contundente. Tricia McLaughlin, del Departamento de Seguridad Nacional, lo dijo sin rodeos:
—“Los criminales indocumentados no son bienvenidos en este país.”
En Madison, la noticia corre de boca en boca. Algunos celebran la captura. Otros, temen que sea el inicio de más deportaciones.
Lo cierto es que la historia de Hernández-Padilla parece escrita ya: primero el tribunal, después la deportación. Un capítulo que termina con un mensaje claro: cuando ICE llega, el destino cambia en un instante.